El regreso del Levante UD a Primera División 363 días después de su descenso en Málaga supone una oportunidad histórica para la entidad de Orriols.

En este sentido, el club azulgrana vuelve a Primera con una deuda que no llega a los 25 millones de euros, ordenada y con un plan de pagos a largo plazo. Es decir, está prácticamente liquidada. Además de esas cuentas saneadas, los ingresos se multiplicarán en la máxima categoría y podrán llegar a los 47 millones de euros, dependiendo del contrato de los derechos de televisión. Un récord absoluto.

De ahí que el Levante UD sea, a día de hoy, uno de los pocos clubes de Primera que no está obligado a vender futbolistas para subsistir. Ya sucedió el verano pasado, en el que no hizo falta traspasar futbolistas para afrontar las inversiones de la temporada. En el próximo mercado Tito no tendrá la necesidad de poner a la venta jugadores por una cuestión económica. Además, tendrá margen para invertir en la contratación de nuevas incorporaciones que refuercen la plantilla.

Asimismo, la búsqueda de un patrocinador será mucho más sencilla, sobre todo en mercados extranjeros, ya que el Levante UD visitará los grandes estadios de España cada dos semanas. Un escenario radicalmente opuesto al de esta temporada en la categoría de plata, en la que la camiseta azulgrana ha mantenido el logo de East United para cumplir el contrato, que expira al de esta campaña.

Por otro lado, la estructura interna del club no variará. El año pasado, consumado el descenso, el consejo apostó por mantener al mismo número de empleados y mantener la estructura con el reto de regresar esta temporada a Primera. Se ha conseguido. Eso permite al club continuar con el plan estratégico marcado, una vez superado el «inesperado» descenso en 2016. En palabras de Catalán, el Levante UD está «bien dimensionado» para afrontar ahora el reto de la permanencia en Primera División.

En el proyecto estratégico del club, presentado el verano pasado ante la Fundación del Levante UD Cent Anys y la Delegación de Peñas, se ha cumplido el primer objetivo, regresar a Primera. A partir de ahí en los despachos del Ciutat se trabaja en una nueva ciudad deportiva más próxima a València. Se negocia con la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento la instalación del Levante UD en Nazaret, pero el acuerdo todavía no se ha cerrado por culpa, entre otras cosas, del canon anual que el Puerto, por orden del Ministerio de Fomento, exige al Levante UD, unos 200.000 euros.

También se continuará con la remodelación del estadio. Este año se acometió una primera fase que ha supuesto la impermeabilización de las gradas y el cambio de las butacas. Un cambio estético que ha modernizado el Ciutat. Con el Levante UD en Primera el club profundizará en las remodelaciones.

En esta línea, las secciones del club como el Femenino o el Fútbol Sala se verán beneficiadas por un mayor margen de maniobra del club, que ha seguido apostando por ellas en Segunda.

El ascenso de 2010 abrió la puerta de Primera, el de 2017 puede cerrar las de Segunda.