Terminó oficialmente la temporada para el Levante UD Fem, y lo hizo antes de hora. Irnos tan pronto no entraba en nuestros planes, caer a las primeras de cambio no era el guión previsto. Y aunque posiblemente llegásemos con la batería justa a este último tramo de competición, decir adiós siempre es complicado.

Parece que fue ayer cuando nos presentábamos en las oficinas del club para recibir el material nuevo de entrenamiento, aquel que horas más tarde nos tocaría desempaquetar para empezar la pretemporada bajo una humedad y un «caloret» característicos del clima valenciano que haría aparecer las temidas primeras ampollas en las plantas de los pies. De esta manera otro año más, el balón empezaba a rodar.

Por delante una temporada ilusionante, con fichajes de gran nivel. Una primera vuelta rondando la perfección con victorias sólidas y otras no tanto, pero cómodas o sufridas, y aunque fuese algo efímero, lideramos la clasificación. Atlético de Madrid y Barça no podían despistarse, estábamos ofreciendo nuestra mejor versión.

No obstante el fútbol es caprichoso, nos deshinchamos, y en la segunda la suerte cambió. Aquellas remontadas desafiando el cronómetro se convirtieron en derrotas. Aún así, y una vez más demostrando en que consiste el ADN granota, conseguimos mejorar los puntos obtenidos el año anterior y mantener la cuarta posición.

Era el turno de la Copa, y como he comentado, caer en cuartos no entraba en nuestras quinielas. Esta semana se juegan semifinales y final y nos tocara vivirlo desde casa.

Ya han empezado los movimientos, idas y venidas de un equipo a otro. Fichajes, bajas, jugadoras colgando las botas, etc. Pero el fútbol femenino esta en un buen momento, aquel con el que soñamos algunas cuando empezamos. Una Eurocopa que promete emociones fuertes este verano, campeonato que una vez finalice dará comienzo a una nueva temporada donde todo esto, volverá a iniciar.

Pero no antes sin agradecer a todos aquellos que han apoyado en cada partido, que han sufrido y disfrutado con nosotras. Al club, por transmitirnos día a día los valores que implican pertenecer al Levante UD, por cuidarnos, por permitirnos cumplir el sueño de jugar en un Ciutat de València ante una afición que no deja de sorprendernos. Al cuerpo técnico, por su inmenso trabajo. A mis compañeras, las auténticas protagonistas, un vestuario sin igual.

Y a vosotros, lectores. Me han llegado mensajes de todas partes, gente por la calle que me paraba para decirme que cada lunes seguían los artículos. Jamás imaginé que iban a tener tanta trascendencia. Por ello, millones de gracias a todos. ¡Feliz verano!