El Ciutat de València se dio por satisfecho con el empate pese a la enorme superioridad de su equipo respecto al Deportivo. ¿La razón? Un par de despistes defensivos en la primera parte, media docena de ocasiones claras de marcar desperdiciadas y la expulsión de Morales en el tramo final del encuentro yendo en desventaja en el marcador. Así las cosas, el público perdonó los errores y agradeció el buen juego: los sutiles pases de Campaña, la exuberancia en el corte de Lerma, las carreras meteóricas de Toño, los disparos de Jason... Este Levante promete, pero pide a gritos un 9. El joven Boateng hizo ayer sus pinitos mientras Alegría pasó una mala noche. Al final, el equipo de Muñiz tiró de orgullo y rescató un punto cuando parecía tenerlo todo perdido tras la expulsión de Morales. Sin embargo, por fútbol, debió haber goleado al Dépor.

Sabida era la dificultad del Levante UD para materializar sus llegadas. Lo extraño resultó su desconexión defensiva. No la esperaba nadie. Ni siquiera el entrenador del Deportivo. Pepe Mel, que daba brazadas, incrédulo, desde la banda: dos ataques, dos goles.

El primero puede considerarse un despiste veraniego: un centro desde la izquierda y la pelota, tras varios rechazos, quedó muerta a la zurda de Fede Cartabia en el punto de penalti. El segundo tanto tuvo más delito. Primero porque Toño envió un balón a córner sin necesidad. Y, a continuación, porque los centrales permitieron el cabezazo cómodo de Sidnei en el segundo palo.

Al público granota le supo mal que el árbitro señalara el final de la primera parte sin añadir tiempo. Señal de estar pasándoselo bien pese a la desventaja (1-2). En ataque, el Levante había hecho muchísimo más que el Deportivo, cuyo mejor hombre fue el portero Rubén (desvió un tirazo a Jason).

La ruleta con la zurda de Campaña deleitó a la grada y reflejó la fluidez del ataque granota, frenada, eso sí, por la falta de un 9. El voluntarismo de Alex Alegría no basta. El equipo de Muñiz tiene llegada por las bandas, tanto Toño y Morales por la izquierda, como Iván López y Jason, a pie cambiado, por la derecha. Lerma mantiene la jerarquía en el eje mientras Campaña y Bardhi son imaginativos para atacar. El primer tanto granota fue otro lanzamiento de falta de Bardhi, escorado a la derecha, desde unos 35 metros. El macedonio le pegó con delicadeza y colocación por encima de la barrera, al lado alejado de Rubén.

El Levante siguió atacando con criterio tras la reanudación. Alegría pifió en la volea un pase majestuoso de Campaña. La grada expresó su disgusto. Muñiz reaccionó con Ivi y Boateng. Morales dejó el extremo izquierdo a Ivi y pasó al falso lateral derecho. Boateng se encargó del 9. Y sí, llovieron las ocasiones. El joven africano, de potencia en el salto, bajó la pelota y permitió una nueva incursión por la derecha. Al disparo de Jason volvió a responder Rubén. Luego, Bardhi, solo, erró en el cabezazo picado. El cúmulo de infortunios lo completó la expulsión de Morales. El Levante, que había hecho todo el desgaste, llegó al final con mucha frustración, aunque siguió atacando. Campaña envió un trallazo a la madera. Resonó en el estadio. Ivi se sacó un penalti de la manga y él mismo lo marcó. Ya con Lerma de central, el Levante defendió el empate con el orgullo de haber vuelto a seducir a su público. Genera mucho fútbol y solo le falta rematarlo.