Muñiz tiene claro el origen del problema que arrastra su equipo. «Cuando ganemos, el equipo se quitará un peso de encima. Hay que parecerse al equipo de principio de temporada, más alegre, que veía que podía ganar el partido en cualquier momento. Estamos en una situación de pesimismo general y tenemos que levantar la cabeza para pensar en el siguiente partido», argumentaba el técnico ayer tras la derrota ante el Girona.

«Estamos en un momento de bucle. No somos capaces de generar ocasiones, no teníamos el balón, el ambiente se va enfriando y, cuando mejor estábamos en la segunda parte, fue cuando llegaron los goles. Hay que volver a equilibrar el balance ofensivo y defensivo. No podemos abrir espacios porque te hacen daño. Hay que buscar ese equilibrio y seguir trabajando. En la clasificación vamos en una situación lógica, pero hay que cambiar sensaciones. Hay que hacer autocrítica y ponernos manos a la obra. No vale saber dónde fallamos, también hay que trabajar individualmente para solucionar los problemas», indicó el preparador levantinista.

En cuanto a los aspectos futbolísticos a mejorar, Muñiz no dudó en señalar que su equipo ha perdido el «control ofensivo» de los encuentros. «Hemos dejado de controlar el partido con balón. Ahora lo tenemos, a veces, sin el balón. Contra el Girona lo teníamos controlado en la primera parte, pero sin el balón. Eso genera ansiedad y que el rival esté cómodo. En la segunda parte teníamos el balón y estábamos más arriba y en el primer golpe se te ponen por delante. Tenemos que volver a ser atrevidos con el balón y no tener miedo a nada. Nos venimos arriba cuando no pensamos que podemos fallar. Hemos de quitarnos ese lastre y soltarnos. Por eso reclamamos esa situación de sentirse protegido. Somos conscientes de que lo primero que tenemos que hacer es dar algo para recibir algo. Nos faltó darle juego, agresividad, intensidad? Tenemos que volver a lo que hacíamos seis o siete partidos y acostumbrarnos a jugar en casa con resultados ajustados», añadió el asturiano, que alegó pocos cambios en las alineaciones porque no quiere «desestabilizar» al equipo.

«Hay que saber elegir lo oportuno en cada momento. Hay que tener un equipo reconocible que sabe lo que tiene que hacer. Los nombres no me importan», concluyó el entrenador azulgrana.

El entrenador del Girona, Pablo Machín, comentó que el encuentro de su equipo es de los que deja huella. «Hemos hecho un partido que ha dejado impronta, hemos llevado la iniciativa, hemos minimizado al rival, no hemos dejado que tengan ocasiones y lástima que, con el tiempo cumplido, nos hayan hecho ese gol y espero que luego no nos arrepintamos por el "gol average"», indicó.

La quinta de Lerma

Jefferson Lerma se perderá el próximo partido en Las Palmas por acumulación de cartulinas amarillas después de ser amonestado por quinta vez ayer ante el Girona. «El delantero está sufriendo porque no estamos teniendo claridad para llevarles el balón, estamos siendo muy defensivos y nos está costando proponer juego y creo que ahí nos estamos equivocando», explicó el centrocampista, citado por José Pekerman para participar en la gira que Colombia hará por Asia para jugar ante Corea del Sur y China, el 10 y el 14 de noviembre, respectivamente.