López Muñiz afirmó el sábado, con un escueto «sí», sentirse capacitado para redirigir el rumbo del equipo, que lleva 3 de los últimos 24 puntos.

Sin embargo, se mostró algo resignado tras la derrota ante el Villarreal. «Ellos dominaron el inicio de las dos partes. Tuvieron suficiente para adelantarse en el marcador y tener una ventaja bastante cómoda para ellos. El resto del partido el equipo tuvo llegadas pero no tuvo remate, tuvo presencia pero no oportunidades claras. Sólo disparos desde fuera. Se resume todo en que en los primeros 20 minutos marcaron y en los diez de la segunda llegó el segundo y sentenciaron el partido», dijo como análisis del encuentro.

«Tenemos que intentar mejorar esos balances ofensivos, rentabilizar los goles y tratar de jugar con portería a cero. Si cuesta mucho marcar un gol, imagina dos o tres. Quedan 18 partidos duros y difíciles pero estamos preparados para el objetivo, no nos tiene que asustar jugar en estas situaciones. Sabíamos que podía pasar y aquí estamos», añadió el técnico.

«El equipo está atacando y llega al área rival. Marca en el 93. No es agradable llevar tantos partidos con tan pocos puntos, pero no quiere decir que el equipo no lo siga intentando y luche por sacar resultados positivos. Han puesto todo en el terreno de juego y nos enfrentamos a un buen equipo. El equipo hizo todo lo que pudo para intentar acortar distancias en el marcador. Intentó jugar en campo contrario y defender bien las transiciones del Villarreal. El Villarreal estaba más defendiendo que atacando y eso es porque estábamos atacando. Es cierto que no había ocasiones claras ni finalización. Estar bien en las áreas es lo que te hace ser un equipo fuerte», explicó Muñiz.

«El Villarreal es un equipo correoso, con jugadores de mucha calidad que te crean mucho peligro en las transiciones. Salir en la segunda parte con ese gol que abre la brecha en el marcador... El equipo ha hecho todo lo que ha podido en una situación complicada desde el primer momento», añadió el entrenador azulgrana.

«Hay que ganar puntos, hay que llegar a un número de puntos. Sé que tengo que llegar a los 38 o 40 puntos, así que no miro la posición. Lo que más me preocupa es el gol, el poder tener argumentos para tener ocasiones e intentar rentabilizar esas jugadas de ataque que tenemos», concluyó al entrenador, que aseveró que los entrenadores no deciden sobre su futuro en los clubes.