El entrenador del Levante UD, Juan Ramón López Muñiz, transmitió ayer un mensaje de optimismo ante el transcendental partido de hoy ante el Espanyol. Transcendental para su equipo y especialmente para él, pues si el marcador no refleja una victoria granota a la hora de comer, será su último partido como técnico del Levante UD. El crédito que le dio el club se le acaba hoy. De momento, el equipo azulgrana durmió anoche aún fuera de la zona de descenso, ya que el Deportivo empató (1-1) frente al Eibar. Como Las Palmas juega el lunes, hoy seguirá entre los 17 primeros pase lo que pase hoy en Orriols.

«No estoy preocupado por el partido. Creo que vamos a ganar. Para ello tendremos que dar el máximo, pero sé que los futbolistas se lo van a dejar todo en el campo», afirmó Muñiz después del entrenamiento de ayer.

Según el entrenador del Levante UD, el equipo no está subido en el tren del pesimismo en el que viaja todo el levantinismo por motivos obvios: una victoria en 21 partidos; 4 puntos de los últimos 42 disputados. «Excepto en el vestuario, hay pesimismo desde hace muchas jornadas. Nosotros vamos en un carro de optimismo, pero detrás llevamos otro de pesimismo desde la jornada 8. Me preocupa ese pesimismo, pero se elimina con una victoria», añadió el preparador asturiano, que la temporada pasada ascendió al equipo a Primera División con absoluta solvencia. «No pienso en mi puesto. Hasta ahora se ha confiado en mí y no tengo motivos para pensar que eso tenga por qué cambiar», dijo.

Muñiz espera un partido sufrido, largo, muy competido. «Hará falta paciencia. Va a ser un partido largo, igualado durante los 90 minutos y la ansiedad no debe poder con nosotros. El vestuario está llevando bien la situación. Es un grupo muy fuerte que cree que es capaz de ganar», explicó.

La alineación del Levante UD es hoy una incógnita, después de los cambios que ha ido experimentando el «once» en las últimas jornadas. Sin Postigo, lesionado, ni Chema, sancionado; la defensa estará formada por Cabaco y Róber Pier. Las dudas principales llegan en el medio campo, donde no está Lerma, y en la delantera, con varias alternativas. Dependerá de si Muñiz jugará con un 4-4-2 o con un 4-5-1. Todo indica que por el primero.