Con 10 de los últimos 12 puntos sumados, el Levante UD se presenta hoy en el Wanda Metropolitano liberado de la ansiedad que le ahogaba hace tan sólo unas semanas. El conjunto impulsado desde la llegada de Paco López al banquillo afronta el compromiso con menos presión de lo esperado, una vez se ha distanciado de la zona de descenso. Pero totalmente consciente de la dificultad del compromiso. El Atlético quiere la segunda plaza a toda costa y una victoria le daría matemáticamente la clasificación para la Liga de Campeones. Por plantilla y presupuesto está en otro planeta al del Levante UD.

La fortaleza del Atlético en su estadio asusta. Ningún visitante ha marcado ni ha sumado nada en el Wanda en los últimos 9 encuentros, con el Atlético ganador e imbatible en cada uno de ellos, tanto en la Liga como en la Liga Europa, desde hace tres meses, desde el 1-1 del Girona del pasado 20 de enero. Y nadie ha vencido allí aún en la Liga, ya por los 15 partidos.

El Levante UD, en su mejor momento de la temporada, afronta el encuentro con las bajas por sanción de Coke y Rochina, además de los lesionados Boateng, Toño, Iván López y Doukouré. Además, Paco López aún no puede contar con Luna, recién recuperado de una lesión muscular, y ayer prescindió por decisión técnica de Fahad, Iván Villar y Shaq e incluyó en la convocatoria al defensa del filial Aly.

La ausencia de laterales provocará que el técnico tenga que colocar al central Chemaen la parte izquierda de la defensa, aunque durante la semana no ha querido dar ninguna pista y también ha probado con el central Róber Pier. La otra incógnita del equipo inicial es saber quién será el acompañante de Roger Martí en el ataque.

El técnico valenciano podría apostar por el macedonio Enis Bardhi en una disposición algo más defensiva, aunque mantendría su habitual sistema 1-4-4-2, ya que en el resto de posiciones no se esperan más novedades. El Atlético se presenta con tres bajas, los lesionados Diego Costa y Filipe Luis y el sancionado Thomas Partey.