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La dinamita granota

Si en algún momento Paco López se había mostrado tímido al explicar cómo de ofensiva es su forma de entender el fútbol, ahora ya va a tumba abierta y asume que el Llevant sufra en defensa. Es el precio, se explica, que hay que pagar por tener un once de clara vocación atacante. Ojo. No es jemecismo. No es imitar a Guardiola, aunque mis futbolistas estén a años luz de los que él dirige. No es el Huesca del Camp Nou y te caen ocho pero los comentaristas de turno se tocan mientras aplauden a Leo Franco.

Lo de Super López es otra cosa. Así lo demostró la pasada campaña. Y de momento todo sigue igual. Heliópolis, por ejemplo: para hacer estéril el tiki-taka de Setién, teje una telaraña, obliga al Betis a tirar desde lejos tras mil toquecitos y le crea, a la contra, más de media docena de ocasiones claras. Y goles, tres. Jémez jugaba igual contra cualquier rival. Tal vez por eso ahora ejerce de comentarista y da lecciones en la televisión, como hacía en las salas de prensa. López es valiente y, a un tiempo, prudente. Atrevido pero sensato. Por eso adapta el equipo al rival, aunque no abandone el mimo por el balón ni pierda de vista la portería contraria, siempre entre ceja y ceja.

Sea porque Tito confía ciegamente en la filosofía de López o porque es también la suya, lo cierto es que ha dotado a este Llevant de más y mejores recursos ofensivos de los que ha tenido jamás. Para encontrar algo parecido habría que remontarse a los tiempos del sistema 2-3-5. Este año ha traído a Moses, Dwamena y Mayoral y ha confirmado la continuidad de Rochina y Jason. El curso anterior llegaron Bardhi y Boateng, que no tuvieron ocasión de demostrar su valía hasta la marcha de Muñiz, y se confirmó a Morales, que venía de una campaña gris en Segunda, y a Roger, roto en pretemporada.

Cualquiera de los cuatro nueves podría ser titular, aunque Roger parte en la pole position: con continuidad hará 12-14 goles y se consolidará al fin en Primera como el gran goleador que es. Si eso sucede el Llevant tendrá pie y medio en la élite el año que viene y los goles de Roger habrán sido determinantes, como lo fueron para el ascenso. Boateng, ya recuperado del menisco, apunta altísimo a sus 22 años. Lo tiene todo para triunfar. Dwamena, en tres ratos, suma una asistencia de gol y ha provocado un penalti. Es la mayor inversión en un delantero en la historia del club. Hay que darle tiempo. Y Mayoral es una de las grandes promesas del fútbol español: ariete titular de la sub-21, en 24 partidos con el Madrid (14 liga, 6 copa, 4 Champions) viene de marcar 7 goles. Llega para pelear el puesto y confirmar que es un crack.

Rochina, Moses, Jason, Bardhi, Morales, Dwamena, Boateng, Mayoral y Roger son un auténtico derroche de talento ofensivo. La gestión que de ellos haga López marcará el éxito (o no) de su apuesta futbolística y el devenir del Llevant esta temporada. La ilusión, de momento, es desbordante.

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