Sergio Ballesteros sabe las dificultades que entraña medirse al Real Madrid, sobre todo en el Santiago Bernabéu. El excapitán del Levante se las ha tenido tiesas con el conjunto blanco en partidos de alto voltaje. Para el defensa todo comenzó «con una victoria 2-0 en un partido de Copa en casa, en Liga ganamos también y eso a la afición le gusta, al ambiente se calienta, a ningún equipo le gusta y menos si es ante un rival pequeño. Y lo que en teoría es un partido fácil se va convirtiendo complicado y eso ahora pasa más porque los equipos están más igualados».

Y se fue originando una rivalidad con momentos de tensión como los que se vivieron en 2012 cuando Ballesteros se encaró con el portugués Pepe en un vestuario del Ciutat de València y que no acabó en una trifulca por la intervención de la policía. Ballesteros le quita hierro a ese pique con el Real Madrid. «No comparto esa teoría de una gran rivalidad entre ambos clubes por la diferencia de presupuestos y de plantillas. Sí que es verdad que en algún partido se podía dar la sorpresa, pero tanto el Real Madrid como el Barcelona acababan con más de 100 puntos porque perdían 3 o 4 partidos al año».

El espectacular esprint que Ballesteros ganó a Cristiano en 2011 dio la vuelta al mundo, aunque al de Burjassot afirma que «es curioso de que después de tantos años de profesión casi se me recuerde por eso. Son lances del juego y yo no le dí tanta importancia. Para la gente que no me conocía le parecía sorprendente que le ganara a Cristiano en carrera, pero yo siempre me he considerado un jugador bastante rápido, sobre todo en carrera larga. Para mí no fue una cosa extraordinaria, si hiciéramos más carreras igual me ganaba».

Rechaza que tuviera un enfrentamiento personal con el portugués cada vez que se veían las caras en un terreno de juego. «No, es no es verdad. Cristiano es un gran profesional, lo que pasa es que primero era mi equipo y lo defendía con uñas y dientes, tuviera delante a Cristiano o a otro. Lo que pasa es que un roce o una discusión con este jugador adquiría una relevancia mayor».

Ballesteros reconoce que ante el Real Madrid iban al límite porque «es la única forma de poder intentar ganarles, en lo físico y en lo psicológico. Había que utilizar todas las armas posibles porque son partidos de máxima exigencia. Y cuando vas al límite saltan chispas y hay roces, pero eso pasa porque el equipo está metido y cree que puede lograr la victoria».

El excapitán reconoce que el Real Madrid no está en su mejor momento. «Tiene problemas con el gol, pero es un equipo muy peligroso, sobre todo ante su gente». La mala racha del equipo de Lopetegui «puede ser un arma de doble filo porque hay muchos jugadores que se querrán desquitar, aunque también les puede superar la ansiedad. Saldrán muy enchufados, con ganas de marcar pronto y el Levante debe tener la cabeza fría, saber que le va a venir una avalancha, armarse bien y saber esperar su momento. El paso de los minutos con la portería a cero es algo que va a favor del Levante».