Un Levante de infarto, capaz de lo mejor en ataque y de lo peor en defensa, arrancó de nuevo la ovación de su hinchada tras un empate in extremis. Se le iba el partido con la expulsión de Postigo y el consiguiente gol de Aleix García. Pero volvió a rebelarse Coke y marcó (m. 86) al rematar un sublime centro de Campaña. Orriols rugió henchido de orgullo, aun a sabiendas de que otra vez la defensa había sido su punto débil junto al portero Oier, demasiado varado en la línea de meta. El Levante vive al límite y puede ganar y perder contra cualquiera. Su afición se acostumbró al alambre. El Girona solo remató dos veces a gol. Dos goles. El Levante probó hasta ocho veces. Mereció más, pero pagó sus calamidades atrás.

El cuadro de Paco López acumuló un sinfín de faltas (18), algunas innecesarias. De una de ellas, nació el gol del Girona. En la zona de tres cuartos, dos jugadores estuvieron más listos que los demás. Granell sacó rápido la falta con la zurda a la espalda de los tres centrales, en albis junto a Oier. Se adelantó Portu y levantó el balón por encima del meta vasco.

Al Levante le faltó ritmo en el centro del campo, lastrado por Vuksevic. El montenegrino enlenteció el juego y no le dio fluidez. Los desmarques de Morales fueron lo mejor de este primer tiempo, desactivados por las paradas de Bono.

El Levante arrancó con más ambición la segunda parte. Toño como protagonista en las internadas, una magnífica tras un pase en diagonal de Jason. En otra ocasión Postigo rebañó el cuero en el centro del campo. Se la entregó a Toño y este, con el exterior, lanzó a Morales, cuyo control con la espuela fue una delicia. Preludio de otro golazo. La conducción con el exterior de la diestra, el recorte con la izquierda a Ramalho y el derechazo al palo de Bono.

Con el empate, Paco López retiró al mediocentro Vuksevic por un delantero (Boateng). Quería ganar. Todo se complicó poco después. Una contra gerundense pésimamente defendida por los granota acabó en una falta al borde del área de Postigo a Stuani. La segunda amarilla de Postigo y, lo que es peor, el gol de falta de Aleix García por una barrera mal puesta y un portero mal colocado.

Pero el Levante se resiste a ceder, sobre todo si entra Coke. A balón parado se igualaban las fuerzas. Campaña metió una rosca maravillosa y, quién si no, llegó Coke. El Levante estaba jugando con tres delanteros y Morales de lateral izquierdo. Señoras y señores, Paco López va con todo.