El Levante UD asumió anoche un reto muy interesante: superar al Barcelona en los octavos de final de la Copa. Se va al Camp Nou con una ventaja de 1 gol, que bien pudieron ser 2, o más, si Coke no comete penalti sobre Denis Suárez a 5 minutos del final. La cuestión es que estuvo muy vivo durante 85 minutos y que ahora acudirá al Camp Nou con el dolor de ese gol en contra, una dosis de arsénico ante un rival que jugará, entonces sí, con sus mejores futbolistas. Anoche, Valverde planteó un equipo experimental, con 3 canteranos y muchos suplentes. Abusó de las rotaciones. Un insulto para la Copa, diga lo que diga.

Ante un rival reducido por los cambios, el Levante UD fue un simposio de fútbol durante mucho rato, al que le hizo trizas en los primeros 20 minutos y al que pudo dejar herido de muerte.

Con menos secundarios en la alineación y con más ambición, el Levante UD se tomó más a pecho el partido. Gestionó bien la pelota, a ratos un artefacto extraño para el Barça. Empezó bien. Con la gente ocupando aún sus asientos, Rochina lanzó una falta desde la izquierda y Cabaco se antepuso a Busquets con un cabezazazo certero.

Con la soltura de Campaña, Mayoral y Boateng, y con la vehemencia de Cabaco, el Levante UD atacó con frecuencia durante todo el primer tiempo. Era evidente la mayor predisposición del Levante UD para afrontar la cita. Cabaco, imperial, comenzó la jugada del segundo gol. Se lanzó al suelo para cortar un avance rival y la pelota cayó en los pies de Boateng, que asistió a Mayoral. El delantero, que parecía haberse escorado demasiado para armarse el remate, chutó cruzado, al segundo palo, como buen delantero que es. A su marca salió Murillo, en su estreno en el Barça tras la cesión del Valencia, al que el balón le pasó entre las piernas.

El panorama era idílico para el Levante UD. Dos goles de ventaja y un rival sin fondo de armario en el banquillo. Resoplaba Valverde, que se dejó en Barcelona a las vacas sagradas (Messi, Luis Suárez, Rakitic Jordi Alba, etc.), por lo que se presentaba la noche propicia para el Levante UD en su desafío por repetir la hazaña de hace 83 años, la de dejar al Barça fuera de la Copa. El conjunto de Valverde se espabiló en el último tramo de la primera parte, con Dembelé y Coutinho como grandes amenazas, y Arturo Vidal dando juego desde el medio. Todas las ocasiones, que no fueron muchas, fueron desbaratadas por Aitor, que disfrutó de la atención de los focos. Pese a su poca ortodoxia, lo paró todo.

Ambos técnicos movieron el banquillo. Paco López dio entrada a Morales, velocidad punta para sorprender al contragolpe. El «Comandante» a punto estuvo de anotar el 3-0, solo ante el portero, hasta que Coke cometió penalti sobre Denis Suárez. Al Levante UD no le entró la tiritona. Falta por ver cómo gestiona la ventaja la semana que viene y de cómo sale a jugar el Barcelona.

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Copa del Rey: Levante - Barcelona