El Levante UD recurrirá la sentencia que lo condena, junto a los padres de las dos jugadoras infantiles de 13 años que, en abril de 2016, fotografiaron a una compañera en la ducha y difundieron la imagen por las redes sociales. El juzgado de Primera Instancia 21 de València condena a indemnizar a la víctima con 3.000 euros por parte de los padres de las compañeras que la fotografiaron y por parte del club. La entidad granota recurre la sentencia al entender que es un asunto que «extralimita el entorno deportivo y afecta más al educativo y familiar por el indebido uso del móvil y las redes sociales».

El Levante UD explicó ayer que, cuando se enteró de los hechos, abrió expediente disciplinario a las dos menores de 13 años acusadadas y las apartó del equipo hasta final de temporada. Una de ellas ya no sigue en el club y la otra sí, mientras la víctima abandonó la entidad tras sufrir el acoso.

La resolución condena al club por «no emplear la diligencia de un buen padre de familia» y permitir que dos de sus jugadoras fotografiaran en el vestuario a su víctima cuando, dada su edad, «requieren un plus de control o tutela de sus actos».