Y no será nada fácil. El estadio de la Real Sociedad es uno de los feudos que peor se le da al equipo levantinista: en los cinco últimos años solo ha conseguido tres empates y dos derrotas, entre las que se incluye el 3-0 de la pasada temporada. Además los granotes solo han conseguido el triunfo en Anoeta una vez en su historia reciente que data de la temporada 2011-12 (1-3) con goles de Carlos Vela por los locales y Barkero, Koné y Xavi Torres por los granotes.
Asimismo, la Real Sociedad querrá recuperar sensaciones tras sufrir una dolorosa derrota el pasado domingo ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuan, donde los donostiarras cayeron por cinco goles a dos y que se suma al empate a 0 fuera de casa ante el Girona y el 0-2 en Anoeta ante el Atlético de Madrid.
Cinco apercibidos
A esta dificultad deportiva, se suma además que el conjunto dirigido por Paco López llega a territorio vasco con una verdadera «alerta amarilla» en su plantilla. Cinco de sus jugadores -Jason, Bardhi, Antonio Luna, Toño y Chema- está apercibidos de sanción en caso de ver una tarjeta amarilla más, lo que trastocaría drásticamente los planes del técnico valenciano debido al peso que algunos de estos jugadores tiene en su esquema.
Por otra parte, el polémico gol anulado por Medié Jiménez al Levante el pasado fin de semana ante el Villarreal por un supuesto fuera de juego de Morales no debió ser tal, según aseguró ayer el jefe de los árbitros, Velasco Carbayo. Como explicó el veterano colegiado, «el VAR permite trazar una línea transversal para determinar si un jugador está en fuera de juego o no. La colocación de esa línea tiene un grado de error. Por ello, «sólo debe ayudar a corregir un error claro o manifiesto».
Error en el gol de Rochina
El gol de Rochina -donde se anuló el tanto por el video arbitraje- debía haber subido al marcador ya que la línea que se trazaba en el campo y por la que el levantinista estaba adelantado era de apenas centímetros, lo que podría entrar dentro del error. Esta decisión enfadó al técnico granota, Paco López, el pasado fin de semana al considerar que «uno ya se empieza a cansar» del VAR, tras sufrir otras decisiones polémicas como el penalti a Casemiro que supuso la derrota ante el Real Madrid (1-2).
