El Levante UD ha sumado un empate de oro en Anoeta, donde ha recuperado el pulso tras su peor racha de la temporada. Lo ha hecho en la última media hora del partido, después de 60 minutos muy discretos. Irrumpió en el partido con decisión, liberó su tensión y comenzó, de repente, a llegar con frecuencia al área rival. El gol de la igualada fue obra de Borja Mayoral, en el tramo final de un choque imprevisible, que no se decidió hasta el final.

El empate descarga al Levante UD, al que una derrota le podría haber hecho mella. A 6 puntos de la zona de descenso, con 31 puntos y a 10 jornadas del final, probablemente le sirvan 3 victorias para alcanzar la permanencia. Su ritmo había decaído de forma dramática: había perdido 8 puntos de los últimos 39. Cuatro derrotas en los 5 partidos anteriores. Había pasado, en dos meses, de ser sexto a décimo quinto. El punto de ayer le refuerza en su juego y, por encima de todo, en lo psicológico. Visto el partido ante el Villarreal la semana pasada, y el de ayer, no merece menos puntos de los que

suma.

La Real ofreció más argumentos futbolísticos en la primera parte. Fue mejor en todos los aspectos del juego. El cerebro del conjunto donostiarra, Ander Guevara se retiró al descanso con 24 pases buenos de 26. Un dato que habla de la precisión con la que el rival del Levante UD manejó la pelota. Mientras los locales jugaban y movían el balón de un lado a otro, los azulgranas jugaron con cadenas en los pies. El Levante UD estaba paralizado ante el entusiasmo con el que la Real se presentó a la cita.

El conjunto blanquiazul ofrece calidad y atrevimiento, muy a su estilo desde que abandonó Atocha, cuando el barro y la estrechez del terreno de juego le obligaba a practicar un fútbol británico. Nada queda de aquello.

El Levante UD apenas encontraba algún espacio para acercarse al área contraria. Salvo dos avances de Morales, poco se le vio por el campo contrario.

Tres de los jugadores más activos de la Real participaron en el gol. Oyarazábal jugó al hueco, por donde apareció Theo como un relámpago para servir el balón en bandeja a Januzaj. El Levante UD encontró un buen rato muchos problemas para salir con la pelota jugada. Había algo de descoyuntado en su juego hasta que, a la hora de partido, comenzó a enlazar su juego. Llegaron las ocasiones. Rochina lanzó un córner al modo olímpico, Rulli sacó tímidamente la pelota en la línea y volvió a despejar en el remate casi a bocajarro de Mayoral. A continuación, la pierna de un defensa evitó que el disparo de Luna terminase en gol, tras el mejor contragolpe que ligó hasta entonces. La tercera fue aún más clara: Vezo cabeceó al palo al rematar un saque de falta.

El Levante UD estaba en el partido, cerca del empate. El momento perfecto, pensó Paco López, para dar entrada a Róger, su mejor artillero. Eran los momentos más destacables del Levante UD.

Bautista disfrutó de una ocasión clarísima para el 2-0 justo antes de que el Levante UD encontrase el premio a la mejoría global de su juego. Mayoral entró con todo, por bajo, al remate del saque de un córner. Un gol merecido que libera al equipo de Paco López de cara a los próximos partidos.