El San Mamés Berria (como si le hubiésemos puesto Nou Vallejo a Orriols) podría ser el Insular de este curso, el escenario que marque un punto de inflexión para ahuyentar el mal fario actual, alcanzar los 35 puntos y convertir el Ciutat en una caldera a presión donde remachar la salvación virtual con otro triunfo ante el Huesca, el domingo próximo.
Con el paso de los años (y la sobrecarga del disco duro) la memoria se hace frágil y hay campañas que se recuerdan cómodas porque en un momento dado, en un encuentro decisivo como el de hoy, el equipo dio un puñetazo en la mesa, venció y las cosas se pusieron de cara. Hay otras, sin embargo, que nos traen a la punta de la nariz un olor a naftalina, a oportunidades perdidas, a situaciones mal resueltas y a falta de determinación en momentos clave.
Hoy es uno de esos días, preludio de la calma o del nerviosismo. Uno de esos días en que se escribe la historia, en que se evita el tembleque de piernas que provocaría medirse al Huesca a un punto del descenso.
Leones en racha. El rival no es el más indicado, desde luego, pero el partidazo del curso pasado, aunque hoy no esté Bardhi invita a cierto optimismo. Los leones encadenan 7 jornadas con 4 victorias, dos empates y una sola derrota que les han puesto a tiro de piedra las plazas europeas. Para vencer a este Athletic enrachado, con una trayectoria ascendente inversa a la del Llevant, el once de Paco López debe subir una marcha la intensidad mostrada ante el Eibar, ser plenamente consciente de la trascendencia de lo que anda en juego, en esta fase crítica de la temporada, y dejar la saudade, la indolencia y los sueños de grandeza a la puerta del estadio bilbaíno.
Confianza en Paco López. La gestión de una temporada llena de sobresaltos está siendo complicada sobre todo para el míster. Con este atenuante, y pese a la mala racha de resultados y las discrepancias puntuales, la realidad es que en los últimos cinco partidos, excepto en Anoeta, el Llevant ha merecido mejor suerte. El gran reto, de todas formas, es conseguir que el equipo vaya al 110%. La intensidad y la confianza son decisivas siempre, pero especialmente en este tramo de la Liga.
