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Injusticia

Los argumentos granotes para oponerse al VAR

El club que preside Quico Catalán ha visto cómo varias decisiones del videoarbitraje le han perjudicado en seis partidos de liga en 2019

Doukouré discute con Iglesias Villanueva en el polémico partido ante el Real Madrid. JM López

Cuando se confirmó que el videoarbitraje llegaría esta temporada a la liga española, todo parecía indicar que se acabarían aquellos errores que lastraban la justicia del fútbol. Los buenos resultados con los que se había saldado su puesta en marcha en el Mundial de Rusia daban esperanza en un tema tan criticado siempre como son las decisiones arbitrales. Nada más lejos de la realidad.

El miércoles, en San Mamés, el Levante cayó 3-2 con un gol de penalti a última hora. Sin embargo, el resultado final se vio difuminado por varias acciones polémicas que, como en los últimos tiempos, volvieron a perjudicar al conjunto granota. Un tanto anulado a Coke por una supuesta falta a Herrerín, un ajustado fuera de juego en la acción que acabó en el penalti definitivo, unas manos en el área del Athletic que nadie en el VAR vio... Todo ello lastró la buena segunda parte de un equipo azulgrana que mereció más premio del que al final recibió.

Pero estas polémicas decisiones en contra del Levante no son nuevas. Pese a que hasta finales de 2018 este sistema de corrección había dado varias rectificaciones correctas a favor de los granotes, desde que sucediera el famoso caso Chumi el pasado 10 de enero -donde el Barcelona cometió, según los levantinistas, una alineación indebida del canterano en Copa del Rey- el videoarbitraje ha tenido diversos errores de bulto que han perjudicado a los de Paco López.

El Wanda, inicio de los fallos

El primero de ellos sucedía solo tres días después de la polémica con el Barcelona, el 13 de enero en el Wanda Metropolitano contra el Atlético de Madrid. En este encuentro, en el que solo se anotó un gol, el colegiado navarro Prieto Iglesias pitaba un penalti por manos de Vukcevic en el área cuando el montenegrino la tenía apoyada en el suelo, una acción que no debería haber sido sancionada según el reglamento y que el VAR tampoco rectificó. Además, a esta decisión se sumarían ciertas dudas en otras acciones contra Getafe o Celta que acabarían dejando poco a poco un mayor perjuicio para el conjunto granota.

No obstante, los errores alcanzaron su punto álgido en el encuentro que los azulgrana tuvieron el pasado 24 de febrero ante el Real Madrid, donde Iglesias Villanueva se inventaba un penalti a Casemiro en el que Doukouré ni siquiera tocaba al jugador blanco. A partir de ahí, los levantinistas han visto como se han anulado dos goles a Coke por falta -Leganés y Athletic-, otro tanto por fuera de juego de Rochina -Villarreal- y otras acciones en las áreas como las ocurridas el miércoles en San Mamés a todas luces perjudiciales.

Asimismo, estos fallos han hecho que responsables del club como el presidente Quico Catalán hayan mostrado su enfado, calificando tras el choque contra el Athletic de «auténtica vergüenza» que el Levante haya sido perjudicado en «seis partidos y más de diez jugadas» desde que comenzara 2019.

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