El Levante UD certificó ayer ante su afición gran parte de su billete para mantenerse en Primera gracias a un contundente 4-1 frente al Rayo, que le aleja de los puestos de descenso a 5 puntos. La salvación no es matemática, pero llegar a la mágica cifra de los 40 puntos y una derrota hoy del Valladolid -que está a cinco con un partido menos- frente al Athletic en casa, haría que los granotes necesitaran tan solo un empate para mantenerse un año más en la categoría.

Desde el comienzo, los jugadores de Paco López tenían claro lo que debían hacer. Evitar las salidas del rival, presión alta y esperar a robar para conseguir superioridades en ataque. Fruto de este buen hacer llegó la primera gran ocasión levantinista. Mayoral, uno de los más activos durante todo el encuentro, mandó excesivamente cruzado un disparo que se marchó desviado. Era un aviso, pero pronto se convertiría en realidad.

Tras una jugada combinativa nacida de las botas del madrileño, Toño acabó centrando un peligrosísimo balón que, después de rechazar con poca fortuna la zaga vallecana, Campaña introducía en la portería de Alberto. No habían pasado ni 15 minutos, pero el partido ya mostraba cual iba a ser su tónica general, donde un tímido Rayo apenas inquietaba la meta local a excepción de un potente tiro que Aitor solventaba con seguridad en el minuto 26.

Sin embargo, los azulgrana querían el triunfo por encima de todo. Pese a que Morales erró un penalti que él mismo se había fabricado, los granotes siguieron buscando el gol de la tranquilidad que acabaría llegando, como es bastante habitual, en una jugada a balón parado. Tras un magnífico pase de Vukcevic que la defensa franjirroja mandaba a córner, Campaña ponía un buen centro que Vezo convertía en el segundo tanto, resultado con el que se llegaba al descanso.

Ya en la segunda parte el Rayo, consciente de lo que estaba en juego, comenzó a apretar el acelerador. Raúl De Tomás primero y luego Bebé inquietaron con sus ataques la meta de Aitor mientras los locales comenzaban a tener complicaciones para asociarse. Solo Mayoral, con más ganas que puntería, logró sacudirse la presión rayista. No obstante, la insistencia de los de Jémez tuvo recompensa.

Álvaro, que hacia 10 minutos que había entrado al campo, recortaba distancia tras una buena jugada colectiva de los madrileños que se lanzaban en busca del empate. Sin embargo, la expulsión de Embarba en el 82 puso fin a sus esperanzas. El Levante UD comenzó a recuperar terreno y en un nuevo córner, Jason ponía el 3-1 a falta de 5 minutos para el final.

Ya en el descuento Bardhi -con VAR de por medio- cerraría una goleada que, salvo catástrofe, vale una salvación.