Partido marcado por el VAR el que se llevó ayer el Levante UD en su estreno en el Ciutat de València ante un Villarreal que mereció más premio. Los granotes, merced a dos penaltis transformados por Róger, se hacían con un derbi que pudo acabar en goleada castellonense, pero donde los azulgrana se mantuvieron vivos para acabar sumando sus primeros puntos del curso.

Y eso que no pudo empezar peor para los de Paco López. A penas habían transcurrido tres minutos de juego cuando Ekambi, tras un pase lejano de Alberto Moreno asistía a placer para que el otro Moreno, Gerard, hiciera el 1-0. El partido se ponía cuesta arriba para un conjunto granota que, de nuevo, estaba obligado a buscar la remontada.

Los fantasmas del pasado aparecían, pero fue el submarino el que continuó mostrando sus credenciales hacia el éxito. Ekambi, el hombre más activo de la primera mitad, contragolpeaba sin descanso y sacaba a la luz las costuras de la zaga levantinista. Vezo y Postigo eran incapaces de parar las internadas del portentoso camerunés cuyo enfoque no se desviaba de la portería. Solo Aitor, que intervenía con maestría bajo palos, evitaba que la renta de los groguets fuera más amplia con el paso de los minutos.

El Levante totalmente adormecido e inerte ante el dominio rival, veía bloqueado su juego. Campaña y Bardhi se asomaban tímidamente entre líneas mientras el equilibrio de Vukcevic desaparecía en la maraña trenzada por Javi Calleja. El único peligro de los de Orriols llegaba con zarpazos aislados, esos que se diluían entre el esfuerzo de un Villarreal que se marchaba al descanso con la sensación de haber merecido muchísimo más de lo que reflejaba el marcador.

El Levante necesitaba cambios urgentes si quería salvar el primer choque en casa y Paco López lo tuvo claro: dejar atrás el 4-3-3 para asentarse sobre el césped con el 4-4-2. La mejora no tardó en hacerse visible. Como si de otro equipo se tratara, los azulgrana comenzaron a acercarse con peligro a las inmediaciones de la meta defendida por Andrés Fernández. Sergio León, Toño, Vukcevic... las ocasiones se sucedían con el empate planeando cada vez más cerca de un Villarreal que recibiría su castigo desde los once metros.

Sería el recien incorporado Róger el encargado de propiciarlo. Primero tras un penalti de Ekambi a Bardhi que tras un intento inicial detenido por Andrés que el árbitro mandaba repetir, el de Torrent convertía en el empate. Cinco minutos después, en el 72, la historia se repetía tras una acción de riesgo del guardameta amarillo que el delantero de Torrent volvía a transformar desde los once metros. Con dos destellos de luz el Levante conseguía remontar un choque que por momentos estuvo en la más absoluta oscuridad.

Los últimos compases del encuentro dejarían como anécdota los primeros minutos, todos ellos con peligro, de Ontiveros con la camiseta grogueta. El marcador, sin embargo, acabaría sin variaciones y dejarían los tres balsámicos puntos en casa.