Pese a encarar el último día sin la previsión de grandes movimientos, ya que en el capítulo de entradas todo se limitaba a Róber Pier, el Levante UD no sólo cumplió el trámite de oficializar el fichaje del central gallego, al que aun así podría haber esperado hasta enero, sino que se dejó tres salidas para cuando casi ya sonaba la bocina. Al margen de la de Prcic, cuyos flecos se cerraron a primera hora de la noche, con Doukouré y Sadiku se apuró hasta cerca del bocinazo para concretar sus cesiones al Huesca y el Málaga.

Precisamente después de tres cesiones consecutivas, la primera de ellas en Segunda, el de Róber Pier en propiedad fue el único fichaje de un día sin margen para otras guindas después de que la de Bono, cedido finalmente al Sevilla, se quedase por el camino el pasado fin de semana. Aunque no podrá volver a jugar como mínimo hasta principios de año, desde Orriols se ejecutó el acuerdo que había desde hace semanas con el Deportivo. Con 90 partidos oficiales como granota, Róber firma hasta 2023 a cambio de una compensación para su equipo de formación y un porcentaje sobre hipotético futuro traspaso.

A expensas del mercado de enero, el Levante 19/20 cuenta con una decena de altas en una plantilla de la que, por contra, han salido cerca del doble de jugadores, nueve de ellos cedidos. Y es que, sin duda, el plazo de fichajes ha estado marcado por los problemas para cuadrar el fair-play financiero. Un descuadre que ralentizó primero la inscripción en LaLiga de Óscar Duarte y después la de Nemanja Radoja, dos jugadores con experiencia en LaLiga fichados con la carta de libertad. Sergio León y Melero han sido los únicos, junto a Róber, por los que se ha pagado traspaso, amén de la cesión por segundo año de Borja.

En la otra puerta, la de salidas, Doukouré y Sadiku fueron los que más se hicieron de rogar. El marfileño, con muchas dudas sobre bajar de categoría, tardó en deshojar la margarita para decantarse por el Huesca. Aunque el descarte más difícil de colocar, con diferencia, fue el del albanés, a la postre ofrecido prácticamente gratis en la división de plata. El Levante se hará cargo de la mayor parte de su ficha, próxima al millón de euros, después de que a lo largo del verano no se concretara ninguna otra oferta él ni del mercado nacional ni del extranjero. Entre Lugo, Albacete o Racing, tres de los posibles destinos que se barajaron durante la tarde, el del club costasoleño terminó confirmándose como el más atractivo de todos.

El que sí ha resultado más provechoso, aunque sin cumplir las expectativas depositadas de su primera tasación en cuatro millones, ha sido finalmente el traspaso de Prcic un año después de su fichaje desde el Rennes. El bosnio, que estaba encarrilado desde el domingo, vuelve al Estraburgo, que ha desembolsado algo menos de un kilo por su traspaso. A cambio el Levante, aunque no amortiza su prima de fichaje, se quita los 1,3 millones de uno de los salarios más altos de la plantilla. Con Campaña y Melero en la plantilla, Paco no contaba con él. Le quedaban dos años de contrato más un tercero opcional y ha firmado tres.

Iván, Oier y Roger se quedan

Como estaba previsto, el que se queda en la plantilla a la espera de una oportunidad es Iván López, que tras su grave lesión durante su préstamo al Nàstic ha preferido darse un margen. Paco tendrá, por tanto, a tres laterales derechos en una plantilla que tal y como había pedido la formarán 22 jugadores profesionales. Entre ellos estarán también Roger Martí y José Campaña, los futbolistas que a principios de verano estuvieron en el ojo del huracán. El andaluz, cuya posible venta al Sevilla agilizó el fichaje de Melero, volverá a ser el referente en el centro del campo tras rechazarse una oferta de 20 millones. Y el Pistolero, que habría sido la solución de urgencia al fair-play, seguirá peleando por la titularidad con Borja Mayoral y Sergio León pese a la incomodidad con su rol.