Esta semana ya no es de descanso, no es lo que la pasada fue, una cosa es tener partido y otra todo lo contrario. Los encuentros de las selecciones nacionales dejaron un vacío en las competiciones domésticas, motivo que aprovecharon los equipos para recuperar lesionados, entrenar jugadas, tener más tiempo para charlar, vigilar las estrategias propias y las de los contrarios, vamos, que los entrenamientos no eran igual que cuando tienes un partido a la vuelta de la esquina.
Dicho esto, ahora lo que hay que hacer es pensar en la jornada que viene, que para el Levante no es nada fácil. En el Ramón Sánchez Pizjuán espera el Sevilla. Un equipo un tanto desconcertante: las cuatro primeras jornadas las salda con victorias consecutivas, tanto fuera como en casa. La primera derrota la sufre ante el Real Madrid para volver a perder en Eibar. Otra victoria como local frente a la Real Sociedad y vapuleó en Barcelona. Este es al balance del rival del Levante el próximo domingo. Con todo y con eso, los de Paco López, con sus vaivenes y sus resultados, están tan solo a dos puntos en la clasificación, quiere decir esto que las diferencias quizá no sean tan grandes como puede parecer, pero habrá que ir con toda la cautela del mundo.
Los azulgrana vienen de ganar en Leganés, pero ya casi ni se acuerdan, culminando así unas primeras jornadas en las que ha tenido de todo. No ha sido muy regular, pero ha mantenido el tipo cuando había que hacerlo como por ejemplo en la última jornada. No hace mucho que visitó Sevilla, fue en la sexta jornada, derrota ante el Betis por 3-1 y si no recuerdo mal comenzó marcando. El gol lo consiguió Hernani al principio del encuentro.
Este compromiso ante el Sevilla exige el traje de faena. Desde el primer minuto hay que tomárselo muy en serio, de lo contrario se puede pagar caro y por supuesto sacar algo positivo sería importantísimo para sus intereses.
