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Bombeja Agustinet !

Paco López ferguson

Paco López ferguson

Lo siento por mi amigo Mateu Alemany, pero el Mallorca ya es equipo de Segunda». Y tan pancho se quedó Villarroel, en mayo de 2005. Todos saben que aquello acabó con el Mallorca en Primera y el Llevant, en Segunda. Después del éxtasis de Xerez, una pura montaña rusa. Villarroel desapareció. Alemany pasó, años después, por Mestalla para alumbrar el renacimiento del vecino y acabó ardiendo en la hoguera de las vanidades. Y el Mallorca se convirtió, en enero de 2016, en el regalo de Reyes de un Sarver que había pretendido al Llevant. Ese curso los bermellones salvaron la categoría sobre la campana, pero al siguiente cayeron en Segunda B, de donde escaparon propulsados a Primera por Vicent Moreno, tras dos ascensos consecutivos. Sarver sonreía, con su proyecto en la élite. Cuántas vueltas da la vida.

López 2022. Cuando Sarver aterrizó en Palma, Paco López entrenaba al Villarreal B, donde estuvo tres temporadas y disputó una promoción de ascenso a Segunda. Después tomó el testigo de Muñiz, desde el filial, para salvar al Llevant en 2017-18; lo volvió a hacer, con más dificultades de las previstas, en la 2018-19, y acaba de renovar hasta 2022.

Identidad granota. La apuesta es inequívoca: por López y por la identidad que imprime al equipo. Hay clubs con un estilo definido, pero el Llevant nunca fue uno de ellos, hasta que Luis García (de la necesidad, virtud) lo aplicó en 2008, en plena crisis institucional: un once rocoso e intenso, acordeones en banda, mediapunta cretiva y delantero poderoso. De ese concepto, heredado por Juan Ignacio Martínez e interiorizado en el vestuario, surgió el Llevant de la Europa League.

En construcción. López, en dos años, ha apostado por el toque y la creación. Así se han firmado partidos memorables y otros para el lamento; buenos números y también rachas peligrosas. Su idea está clara. Y, aunque él es el arquitecto (con algún matiz) de la actual plantilla que debe ejecutarla, tal vez los peones aún no son los idóneos y, por ende, deberá adaptarse a esta realidad. Casi siempre hay que hacerlo, en el balompié y en la vida. Las circunstancias excepcionales son casi rutinarias. Por eso el fútbol, lejos de ser una ciencia exacta, incorpora un sinfín de variables imposibles de controlar y prever. En la capacidad para saltar escollos se forja un entrenador. López es prácticamente un novato en la élite, como el propio Llevant. Ambos tienen mucho por crecer. Me parece un gran plan que lo hagan juntos. Ojalá como sir Alex Ferguson y el United. Casi nada.

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