El Levante UD hizo público ayer a primera hora de la tarde con un escueto comunicado el estado físico de los tres jugadores que sintieron molestias ante el Mallorca y la peor parte se la lleva sin duda alguna Gonzalo Melero, que no podrá jugar ya hasta el año que viene. Rochina es el mejor parado ya que no sufre una lesión como tal mientras que Postigo estará tres semanas fuera de los terrenos de juego.

Los tres futbolistas sufrieron dolencias de diversa consideración, pero todos ellos en la musculatora de la parte posterior de sus respectivos muslos, los isquiotibiales: «Tras las pruebas médicas realizadas en el día de hoy, estas han confirmado que Gonzalo Melero sufre una rotura muscular grado 2-3 en los isquiotibiales del muslo izquierdo. El centrocampista estará alejado de los terrenos de juego durante seis semanas. Por otra parte, las pruebas médicas también han corroborado que Sergio Postigo sufre una rotura muscular grado 1 en los isquiotibiales de la pierna derecha. El periodo estimado de baja será de unas tres semanas. Respecto a Rubén Rochina, el jugador no presenta lesión».

Con la gravedad de las dolencias confirmada tras conocer el 'parte de guerra', toca buscar soluciones porque sin duda Melero estaba atravesando ahora justo el mejor momento desde su llegada, jugando de pareja en el eje junto a Radoja. Tanto él como Postigo eran titulares indiscutibles y ahí la lógica lleva a pensar que los grandes beneficiados pueden ser Duarte, Vukcevic a corto plazo —en Getafe tampoco estará Campaña por sanción— o el propio Rubén Rochina.

Precisamente ante el Mallorca Duarte y Rochina fueron los sustitutos de los lesionados, lo que les concede algo de ventaja en la lucha por entrar en el once inicial del Coliseum. Cabaco para el eje de la zaga, que ni tan siquiera entró en la convocatoria ante el conjunto bermellón -al igual que Vukcevic—, parecen en segunda línea.

Mirando el calendario, Postigo se perderá seguro los partidos contra Getafe, Valencia y Granada, mientras que Melero añadirá a esos tres el de Copa en Melilla y dos más de LaLiga ante Celta y Atlético de Madrid en el Wanda. De hecho, en el caso del centrocampista, dentro de lo inoportunas que siempre son las lesiones, lo único bueno es que dentro de su plazo de recuperación se incluye el parón por las fiestas navideñas, en el que no hay partidos por motivos obvios, así como una de Copa del Rey en Melilla en el que presumiblemente él no habría participado a priori.