El Levante conquistó en Granada una victoria de esas que hacían falta. Un triunfo con mayor sacrificio que estética. Con dos goles de un disparo lejano y con máxima efectividad. Bardhi fue el encargado de cerrar esos tres puntos que necesitaba el equipo tras dos derrotas consecutivas con ocho goles en contra y el grupo lo pedía a gritos. Para crecer en lo anímico después de esos golpes en el Coliseum y en el Ciutat. Y es que en territorio nazarí, el Levante tenía como misión demostrar que eso solo fueron accidentes y consumar tres años después una venganza que se cocinó a fuego lento y con suspense. Al final, excelente victoria que además refuerza al entrenador granota, a Paco López, que ganó desde la pizarra a Diego Martínez, uno de los entrenadores del primer tercio de la temporada en Primera.

El inicio de la primera parte no invitaba al optimismo. El Granada, con poco, superaba primera línea de presión fácil y se metía en campo contrario. Sin un ejercicio de acoso excesivo, pero ganando metros, el cuadro nazarí acabó fiando todo a centros laterales que Postigo y Cabaco repelían sin demasiados problemas. Esa fue la cara de los centrales. La cruz, la salida de balón.

Cada balón del '15' se marchaba fuera o era para el rival, que casi no tenía que esforzarse para recuperar el cuero. Lo mismo sucedía con Rochina, el termómetro del Levante en el Nuevo Los Cármenes. El centrocampista empezó participativo pero sin suerte. Siempre un toque de más, un riesgo excesivo en el pase que acababa en pérdidas cerca del área y cierta intermitencia. Pero el carácter del jugador no le hizo esconderse ni mucho menos y conectó a partir del 30' para hacer crecer al equipo.

Dos disparos lejanos de Rochina, uno fuera y uno en el que tuvo que aparecer Rui Silva, hacían temblar a la defensa rival que minutos más tarde veía cómo un balón en largo dejaba a Morales delante del meta portugués. El Comandante, ya con Duarte cerca de su posición, recortó hacia su derecha y golpeó fuerte para enviar el esférico al larguero mientras el feudo nazarí al completo se echaba las manos a la cabeza. Esa ocasión hizo dudar al Granada y el conjunto de Paco López comenzó a creer en sus opciones. Tanto que los locales celebraron la llegada del descanso en el mejor momento granota, que a la salida de los vestuarios siguieron con idéntico ritmo.

Campaña y Rochina conectando. Bardhi y su movilidad. Y Radoja cubriendo las espaldas. Así y tras un córner a favor del Granada se gestó el 0-1. A la contra del mismo el balón llegó largo para Bardhi en banda, cedió para el '24' y tras un par de toques el cuero llegó a Rochina, el hombre del partido. El valenciano pisó el balón con la planta del pie, se la colocó y envió fuerte al fondo de la portería para poner el primero de la tarde, tras un poco de suspense por el VAR.

El Levante sin embargo no aprovechó la alegría en positivo y cayó en uno de los errores típicos de esta temporada. Junto al balón parado, lo de los centros laterales está siendo una auténtica sangría y ayer llegó un nuevo gol de esa manera. Darwin Machís, el jugador con menos estatura sobre el terreno de juego en esos momentos, fue capaz de ganar el balón en el área de cabeza en un error de marca de Miramón. Para colmo, el lateral se lesionó y en su lugar tuvo que entrar Coke para alargar esa agonía de las lesiones con defensas.

A pesar de eso, el equipo de Paco López aguantó en sus peores minutos con el empate en el marcador. Adrián Ramos, Vadillo y Yangel Herrera las tuvieron y el técnico tuvo que reaccionar metiendo a Vukcevic por Morales, desaparecido en el segundo tiempo. Con el 4-5-1, el Levante perdió fuelle y solo tuvo una mini ocasión de Toño, que estuvo a buen nivel, en el área tras un taconazo de Roger. Con el descuento asomando, Paco López volvió al 4-4-2 y metió a Sergio León, que solo había jugado 22 minutos en los últimos seis partidos. Y con el andaluz como uno de los protagonistas, una jugada con Campaña de nuevo como protagonista principal y asistente acabó con un zapatazo de Bardhi que sorprendió a Rui Silva y que significó tres puntos. Y ya van 23, poniendo tierra de por medio con el descenso.