Llegan los días de fiesta por excelencia. Estamos inmersos en la Navidad. Fiesta para todos y no iba a ser menos para los futbolistas, por ejemplo. No ocurre en todas las ligas, pero aquí en la nuestra sí. El domingo pasado fue normal ver en los aeropuertos, sobre todo el de Madrid, jugadores buscando su vuelo para pasar estos días con los suyos. Son los que tienen a la familia un tanto lejos. Esto pasa todas las temporadas, pero también es tiempo de ver cómo andan las cosas, es decir, si en estos meses se han hecho los deberes y como siempre ocurre unos si los han hecho y otros no.

Vamos a fijarnos en los nuestros, los de casa. El Valencia y el Levante. Andan parejos en la clasificación. Octavo y noveno respectivamente, con dos puntos de diferencia favorables a los de Mestalla. Los dos miran más hacia arriba que hacia abajo. ¿Esto quiere decir que han cumplido? En mi modesta opinión, no del todo. Me explico, el Valencia tendría que estar más arriba para cumplir sus expectativas desde el principio de la temporada pero todavía está a tiempo de mejorar. En Europa muy bien, tenía un grupo complicado y está en octavos.

Por su parte el Levante que tiene otros objetivos los está cumpliendo a la perfección. La permanencia es lo primero que hay que conseguir y el camino recorrido hasta ahora indica que siguiendo así se puede lograr sin tener que esperar a última hora como otras veces. Sin sufrimiento. Para eso hay que seguir trabajando como hasta ahora y si luego resulta que viene algo más mucho mejor.

De la última jornada resaltar la victoria de los azulgrana ante el Celta con remontada incluida y el empate a última hora del Valencia en Valladolid. En fin, que tengan buenas fiestas, ellos los deportistas y ustedes queridos lectores.