El Levante-Alavés en el Ciutat de València trae el recuerdo de la temporada pasada y de ese cambio de sistema inesperado. Paco López, valiente y consciente de la necesidad de variar algo en el equipo para encontrar el camino a la victoria, se decidió por el 1-3-5-2. Con ese sistema el equipo se protegió, remontó contra el cuadro babazorro, enlazó cuatro triunfos de manera consecutiva e hizo disfrutar a Orriols. Pero por encima de todo eso, Paco López demostró que tiene variantes, que su pizarra tiene muchas soluciones y que ante contextos complicados tiene recursos. En definitiva, le dejó claro al vestuario que el 1-4-4-2 con el que empezó no era inamovible, sino que sacará el máximo rendimiento de la plantilla en cualquier escenario táctico.

El Alavés visitó el Ciutat para medirse a un Levante que solo llevaba 4 puntos de 18. De hecho, el conjunto de Paco López llegaba tras perder contra el Valladolid en Pucela en un encuentro para olvidar y con muchas cosas que mejorar. Por ello, la alineación del de Silla contra el Alavés sorprendió en forma pero no fondo, porque era justo lo que necesitaba el bloque. El técnico apostó por una línea de tres con Cabaco, Postigo y Róber Pier, Jason y Toño como alas, Prcic, Campaña, Rochina en el medio y Morales más Boateng en la delantera. De ese sistema se explotó la velocidad de Morales en la parcela ofensiva, el juego por fuera y cierta seguridad en el medio, la cual no duró enternamente pero sí tuvo una influencia inmediata en la clasificación del Levante.

De hecho, los dos jugadores que actuaron como carrileros fueron curiosamente los dos que anotaron los goles de la victoria contra el cuadro vitoriano, que empezó ganando con gol de Rubén Sobrino. Pero Jason y Toño dieron la vuelta al marcador para cambiar la dinámica y la racha de la plantilla. Los tres puntos sirvieron para activar al bloque y viajar al Coliseum Alfonso Pérez con otro aire. Y llegó un nuevo triunfo. Un gol de falta de Bardhi cerró otra victoria. La visita al Bernabéu llegó en el mejor momento. El 2-1 en el Bernabéu y el 2-0 contra el Leganés terminó por cerrar la cuarta consecutiva, para cortar la racha en Villarreal en el último minuto de juego con un golazo de Pedraza. Y ahí pareció perderse un poco del mejor Levante.

Eso sí, Paco López reaccionó a tiempo. Los últimos cinco encuentros acabaron con tres victorias, un empate y solo una derrota (el 1-0 en el Camp Nou). Esos resultados coincidieron con el cambio de sistema de Paco López a un 1-4-3-3 que dibujó de nuevo cierta estabilidad y que acabó por cerrar la permanencia. Con esos movimientos tácticos, el entrenador granota afronta ahora un nuevo cara a cara ante el Alavés. Y la mejor noticia es que sigue ganando encuentros desde la pizarra.