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500 y mucho más allá

500 y mucho más allá

En la temporada 98-99 el Llevant conquistó su último ascenso a Segunda. Ese curso la Copa llegó con sorpresas: la escuadra blaugrana eliminó a Terrassa y Cartagonova, de su misma categoría, al Extremadura de Rafa Benítez, de Primera, y al Las Palmas, recién descendido a Segunda. En octavos tocó el Valencia y así el derbi regresó tras un par de décadas. En la previa a la ida en Orriols, Paco Camarasa lloró amargamente durante la rueda de prensa. Ranieri lo dejó fuera de la convocatoria en su partido más emotivo, a nivel personal, el que representaba la única posibilidad de enfrentarse en partido oficial al equipo de su padre. Vicent Camarasa fue el capitán levantino al que la Cruz Roja sacó en volandas de Vallejo en 1963, al desmayarse. El mediocentro era todo corazón. Fue tras el pitido final del partido ante el Coruña y el éxtasis que representó el primer ascenso a Primera de los blaugrana. Ranieri corrigió su desliz en la vuelta en Mestalla, donde Camarasa y su amigo Giner lucieron brazalate de capitán. Los Camarasa han tenido el detalle de legar al levantinismo todo el archivo de Vicent. Así el jueves el Área de Patrimonio del Llevant inauguró una exposición en Rafelbunyol, en colaboración con el ayuntamiento y la peña levantina del pueblo, con todo ese material. Estará abierta hasta el 16 de febrero.

? La Copa del 37, en Barcelona. El 2/6/1963, cuando el Llevant saltó a Vallejo, encabezado por Camarasa, todos pasaron ante el cuadro que presidía el estadio. Era la estampa de un futbolista blanquinegro con una leyenda: «Juan Puig, el mejor jugador de la historia del Llevant». El mismo Puig se sentó en el banquillo, en Sarrià, el 18 de Julio de 1937 para dirigir al once que se trajo a Valencia la Copa. Hoy en Barcelona se celebra un acto para reivindicar aquella gesta y la oficialidad del título de la mano de García Nieves, Nadal y Ernesto Calpe, hijo del homónimo y carismático central que levantó el trofeo. El acto, organizado por la Penya Granotes de Barcelona, permite que el trofeo regrese a la ciudad donde se disputó 83 años después.

? 500 partidos en Primera. Con toda esta carga simbólica en la retina saltará el Llevant al Camp Nou, un estadio maldito donde jamás ha conseguido puntuar. Es el partido más exigente del año, el 500 de los levantinos en Primera... y, este «Bombeja!», por cierto, ya suma también 350 columnas. Hasta que llegó López al banco los granota tampoco habían vencido al Barça en Orriols en Liga y ya lo han hecho dos veces. Las estadísticas, sobre todo las malas, están para romperlas. Y hoy, además, nos acompaña toda la fuerza de las efemérides.

? Bruno y Koke. El mercado de invierno no ha podido ser más fructífero: la sorprendente venta de Cabaco (quinto central para el míster) y la de Oier (incómodo con su rol de suplente) resuelven el fair play financiero. Una jugada maestra si sumamos que llegan Bruno, boxeador, un toro físicamente y mejor defensa que el uruguayo; y Koke, un meta de plenas garantías.

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