Un golazo de Morales en el tramo final del partido dio vuelo ayer al Levante UD y tumbó al Madrid, que no perdía en la Liga en las últimas 15 jornadas. El Comandante le pegó con el alma a la pelota, en un remate extraordinario con su pierna izquierda, con el que ponía fin a su peor racha goleadora: encadenaba 21 partidos sin marcar. El triunfo, un premio al fútbol directo que practica sin evasivas Paco López, impulsa al Levante UD en la clasificación -es décimo, con 32 puntos- y arrebata el liderato al Madrid, ahora en poder del Barcelona.

Con la pegada de un noqueador aficionado, el Real Madrid dio vida al Levante UD hasta el final del partido. El grupo de Zidane no fue el equipo contundente que te golpea y te tumba en los primeros goles, sino sorprendentemente se mostró tierno delante del portero. Hasta 4 veces había chutado el Madrid a las manos de Aitor en los primeros 10 minutos, un síntoma inequívoco de sus intenciones de cerrar pronto el partido y no dejar opciones al Levante UD, un equipo osado, atrevido, muy lejos del estilo 'barraquero' que se le supone a un conjunto de su escala económica.

Frente al fútbol directo del Real Madrid, el Levante UD expuso lo mismo: un juego vertical y supersónico, vertebrado desde el medio por un exquisito Campaña. Es evidente que el entrenador granota, Paco López, había escrutado milimétricamente a su rival. El Levante UD trató al Madrid de la misma forma: con un juego directo, sin rodeos y siempre en busca de la mandíbula.

El Madrid disfrutó de más ocasiones para irse al descanso con ventaja, pero le falló la puntería y se encontró, también, con un portero infranqueable. Aitor vive la mejor temporada de su vida en un equipo en el que puede presumir de vivir al límite las emociones de un portero. Tiene mucho trabajo en cada partido. Le sacó dos balones a Benzema en el primer tramo del partido, otro a Isco y un zapatazo a Modric que levantó a la gente de sus asientos, como en su día lo hacía Keylor Navas, que regaló tantas paradas imposibles a los inquilinos del Ciutat de València. Aitor no es Keylor, pero da el perfil exacto para lo que necesita el Levante UD: un guardameta hiperactivo, que disfruta con el fútbol de alta velocidad, de ida y vuelta.

Con los azulgrana a lo suyo -los extremos abiertos, los laterales al asalto, Bardhi de resorte y Campaña al timón-, el partido avanzó con el reloj de enemigo para el Madrid. El Levante UD no sólo aguantaba los arreones del Madrid, sino que daba señales de peligro cada vez con más frecuencia. Un disparo de Campaña, desviado por el cuerpo de Sergio Ramos, confirmó la presencia del Levante UD en el partido. A fin de cuentas, el equipo de Paco López se había remengado lo suficiente para mantener firme al Madrid y estaba preparado para darle algo más que un susto en la segunda parte.

Con el partido en un puño, con los dos equipos sin darse tregua, el Madrid disfrutó de más ocasiones claras a la vuelta del descanso. Aitor volvió a evitar el gol en varias acciones claras, de las que rara vez perdona el conjunto de Zidane. La más clara, un uno a uno ante Hazard. Más de Benzema, y de Isco. El Levante UD no sólo resistió el tirón, sino que apareció cada vez con más continuidad en el área visitante. Disfrutaba de su ocasiones y estaba llamando a la puerta de la victoria.

Morales cazó el gol en la jugada de la noche, a sólo 12 minutos del final. El Madrid apretó en el epílogo, con un asedio del que salió airoso gracias a la concentración defensiva y a Aitor, el portero de moda.