No debe haber sido una decisión fácil ni de darle pocas vueltas la que Paco López ha tomado con Vezo, el central por el que el Levante le pagó en verano al Valencia cinco millones de euros más otro por objetivos. Como en su momento con Vukcevic, que sigue siendo el fichaje más caro del club, el entrenador tampoco se ha cortado con el equivalente al mediocentro montenegrino en la defensa. Son dos las jornadas seguidas en las que se lo ha dejado fuera de la lista, además sin paso intermedio por el banquillo. Ante el Madrid, sorprendentemente, fue la primera. Y contra el Eibar, estando sobre aviso, otra. ¿Habrá tercera?.

La respuesta a esa pregunta, tanto como Paco, la tiene Vezo. El portugués se ha caido del equipo, en el que se mantenía como titular, porque necesita una puesta a punto. Su rendimiento está lejos del que tuvo hace un año, cuando todo el mundo quedó convencido tras su cesión de seis meses en lo conveniente que era quedárselo en propiedad. Tampoco su peso es el mismo, razón que ha terminado costándole el puesto. Desde la pretemporada sus problemas con la báscula han sido constantes, aunque eso no lo apartó de la titularidad. Sin embargo, después de su lesión, la necesidad de resetearlo se ha hecho todavía más evidente, al menos a los ojos del cuerpo técnico. De ahí la medida, cuyo objetivo es sobre todo que recupere el mejor nivel posible con un plan específico tanto en lo físico como también a nivel de nutrición.

Vezo ha jugado 18 partidos de titular en lo que va de temporada, todos completos a excepción del que se perdió contra el Betis por molestias. Sin embargo, hay un antes y un después desde su lesión de rodilla en vísperas del Derbi. Tardó menos de los dos meses inicialmente previstos para que reapareciera, pero la inactividad le pasó factura en los siguientes cuatro partidos: Osasuna, Leganés, Barcelona y Villarreal.

Su llegada hace un año y un mes se produjo en gran medida gracias a los informes recopilados sobre su estado de forma. Aunque en aquel entonces no contaba para Marcelino, en Orriols tenían información privilegiada sobre que estaba en muy buenas condiciones. Así fue. Pese a ser un recién llegado se convirtió en el líder de la zaga y los números empezaron a mejorar. De haber seguido esa evolución había muchas esperanzas depositadas incluso en su internacionalidad absoluta con Portugal. Pero en lugar de para dar también el salto a la selección, aquellos buenos primeros meses por ahora solo le han servido para que el club lo fichara, no para desplegar todo su potencial, que a juicio de los técnicos es amplísimo.

Públicamente Paco no ha dado demasiadas explicaciones, aunque lo cierto es que tampoco ha maquillado su ausencia. «Vezo ha sido decisión técnica. Tenemos jugadores que creemos que lo pueden hacer bien y Bruno lo ha estado», explicó el técnico, al que la jugada le salió redonda el primer día aunque ya no tanto el segundo. Bruno estuvo brillante contra el Real Madrid pero no se salvó en Ipurua de los errores de conjunto ni de los individuales.

De cara a la visita este domingo del Granada, la defensa vuelve a estar en el ojo del huracán y no solo por los goles encajados. La sanción de Postigo deja una vacante para acompañar teóricamente a Bruno. Quien más papeletas tiene es Óscar Duarte, que se ha convertido en el tercer central. Pero la ecuación se completa otra vez con Vezo, quien podría regresar a la lista si no para jugar de inicio, al menos para estar en el banquillo. La otra posibilidad es que Paco tire de nuevo del filial.

Róber Pier, en los partidillos

Las lesiones de ligamento cruzado son complicadas y la de Róber Pier no ha sido ninguna excepción. El gallego sigue inédito, aunque ya empieza a ver la luz. Las últimas fases de su recuperación han sido más lentas de lo deseado por el dolor residual que se resistía a desaparecer y la obligación por su parte de aumentar el umbral de resistencia. Ahora las cosas van mejor. Lleva semanas tocando el grupo, participa en los partidillos más suaves y durante los próximos días, a la espera del alta total, se confía en que ya complete todo el trabajo de grupo.

Para volver a verlo en el campo, sin embargo, aún hay que esperar. No hay fecha concreta de regreso, a pesar de que los cálculos a nivel interno apuntan a un periodo de tres o cuatro semanas para que tenga el alta competitiva y entonces sea decisión exclusiva de Paco López que juegue o no. Hasta entonces, contando el caso particular de Vezo, el técnico cuenta con Postigo, Duarte y Bruno, cuyo debut coincidió con el primer descarte del portugués.

La incógnita respecto a la puesta a punto de Róber fue determinante el pasado enero a la hora de aceptar la oferta del Getafe por Cabaco. La importancia económica de la venta de un jugador que no era titular se acabó imponiendo, aunque a cambio se cuadró el circulo con el fichaje de Bruno para los últimos meses de la temporada por una cantidad minima y asumible en el fair-play.