El Levante UD volvió, tras dos días de descanso, ayer al trabajo en la Ciudad Deportiva. La actualidad granota más inmediata pasa ahora por la enfermería: después de confirmarse los peores presagios para la lesión de Melero y de haber caído a la lista de ausentes Bardhi tras el 0-2 del Wanda Metropolitano, existe una profunda preocupación sobre el estado físico de la plantilla.

Por mucha rotación impuesta por Paco López, es irremediable que las piernas se carguen y que la fatiga muscular aparezca cuando el equipo lleva desde inicios de año a un ritmo competitivo diferente al habitual: la nueva realidad granota es jugar cada tres o cuatro días entre LaLiga, la Copa o los partidos pendientes como el que se recuperó hace una semana ante los colchoneros en Orriols correspondiente al inicio de la temporada cuando el Ciutat estaba en obras.

El calendario se hace cuesta arriba y hay dos líneas especialmente delicadas: la defensiva y la del centro del campo. Y por delante, los días más importantes de la temporada. El próximo viernes el Levante UD recibirá (21:00 horas) al Athletic en el Ciutat; será una prueba liguera antes del todo o nada en la Copa del Rey. La realidad, es que Paco López debe plantear dos partidos en siete días y seguramente la fórmula escogida sea diferente en cada uno de ellos; más si cabe teniendo en cuenta que en el segundo envite ante los de Marcelino hay en juego, el próximo día 4 de marzo, una plaza en la final de la Copa del Rey que se disputará en Sevilla.

Melero estará ‘out’ mes y medio, Bardhi es seria duda para ambos partidos, Radoja está en proceso de recuperación y tiene complicado también estar y en defensa... Postigo también acusa dolencias y está destartado y Vezo estará sancionado el próximo partido. Preocupan las lesiones y la falta de efectivos para alinear, con Róber y Duarte como únicos centrales disponibles el viernes. De eso se habló ayer a nivel interno: efectivamente el calendario ha pasado ya factura y ahora deben gestionarse las cargas y los esfuerzos con especial delicadeza para evitar más desgracias. Eso sí, Paco López y su staff técnico tienen clara la fórmula para armar un once competitivo tanto en el partido de LaLiga como en la vuelta de la Copa.

En sus planes, Malsa parece irremplazable, pero el francés también está al borde del colapso físico. Avisó Paco en el post-partido del Wanda que su intención inicial (no pudo ser así por la lesión de Postigo) era guardarlo en el banquillo por unos problemas que arrastraba en los isquios. Y estas vienen de largo, por eso se ha de tratar su situación con entereza y con mucho mimo. Con el mediocentro está reinando la cautela, se regula especialmente el esfuerzo y la evolución es favorable, con lo que no se descarta incluso que juegue en ambos partidos. Sea como sea, Vukcevic tendrá que volver a sumar minutos tras superar esa lumbalgia que le ha tenido KO varias semanas e incluso se cuenta con la baza del inédito Doukouré.