El punto contra el Athletic supo a poco y eso habla de la ambición granota. De un equipo que llegaba con bajas como las de Campaña, Bardhi, Melero y Radoja en el centro del campo y sin Rúben Vezo ni Postigo en defensa. Por si fuera poco, el Levante tuvo que luchar ante una decisión incomprensible. Un penalti que no fue de Nikola Vukcevic y que permitió al cuadro de Marcelino García Toral empatar el encuentro. Como ante el Celta de Vigo en La Cerámica, la moneda arbitral salió cruz. Y ya van unas cuantas. Pero el equipo siempre se levanta. Ahora de fondo aparece el choque contra el Athletic de Copa del Rey. Unas semifinales históricas en las que de nuevo aparecen las bajas. Ausencias importantes. Pero si algo ha demostrado Paco López y todo el vestuario es que hay que creer en ellos.

La rueda de prensa posterior al Levante-Athletic era el primer minuto de juego del encuentro de Copa del Rey. Ahí, Paco y Marcelino ya iban jugando sus cartas y el entrenador de Silla fue claro: «El empate es injusto. Ha habido dos goles, uno de un penalti muy claro y otro de un penalti inexistente». Y es que, más allá de cómo se desarrolló el encuentro, lo que queda claro es que el gol de Raúl García nunca debió subir al marcador. Además, una de las peores noticias es ver cómo el colegiado ni tan siquiera fue llamado a ver la imagen en el monitor. Un gesto que todavía indignó más al levantinismo y al vestuario, que no entendía muy bien qué estaba pasando. Con los pocos recursos que tenía a mano Paco López volvió a intentar sacar las virtudes propias y esconder los defectos. Esa debe ser la primera premisa de un entrenador y volvió a cumplir. Con nota. Con la defensa de tres limitó los centros desde la banda, con los carrileros la influencias de sus laterales y con el doble pivote por delante de los centrales las segundas jugadas y las internadas hacia zona interior de Muniain desde la izquierda. Además, con De Frutos y Morales por detrás de Roger, el objetivo era correr tras robo y eso fue precisamente lo que logró el segoviano en campo rival. Unai Núñez falló y De Frutos no se lo pensó para tirar la carrera y sufrir un penalti que abriría el marcador para el conjunto granota.

Sin muchas más soluciones, el entrenador limitó las virtudes del rival y aunque el Athletic dominó, la segunda parte no tuvo ocasiones claras de los leones que inquietaran al conjunto granota.

Y desde ese punto tiene que partir el Levante en el choque de este jueves. Desde la sensación de que ante cualquier problema se está encontrando una solución. Ese ‘contra todo y contra todos’. Porque más allá de penaltis que no existen y de empates que merecían una victoria y los tres puntos para el bolsillo, el cuadro de Paco López tiene que rescatar muchas cosas de un partido, y de un mes en el que ha sido capaz de asaltar el Wanda, de empatar en San Mamés con bajas y de tener un +10 sobre el descenso a Segunda.