A l Levante U.D. le ha llegado la hora de volver a la realidad. El episodio copero, con las semifinales de por medio ya debe ser historia, la misma que ha generado esta temporada llegar precisamente a la antesala de la gran final. No pudo ser, pero eso no debe empañar la gran trayectoria que el equipo ha llevado en toda la competición. Es verdad que una vez que estás ahí quieres llegar hasta el final, pero no siempre se consigue. Por lo tanto la copa ya pasó y queda por delante la liga y su objetivo.

Cuando empieza una temporada el objetivo principal del conjunto azulgrana no es otro que mantener la categoría y cuanto antes mejor, de esa manera se evitan sufrimientos de última hora, ya se han pasado más de una vez y no son plato de buen gusto ni mucho menos. Por eso hay que ser consecuente y hacer los deberes pronto. En la clasificación tiene ahora treinta y dos puntos, no está nada mal estas alturas, lo que hay que hacer es conseguir los diez o doce que hacen falta para certificar la campaña lo antes posible. Todos sabemos que no será tarea fácil porque aquí nadie regala nada, pero si los de Paco López dejan atrás lo pasado y solo piensan en el presente y el futuro más inmediato lo conseguirán.

El juego del Levante gusta. Es un equipo busca siempre la portería contraria, es cierto que recibe goles, pero también es cierto que marca. Esa forma de jugar le ha llevado a estar a mitad de tabla con cierta soltura. Ahí se tiene que agarrar de nuevo. Toca estar tranquilos, recuperar lesionados, son muchas las bajas actuales y demostrar que ser semifinalistas de copa no fue una casualidad pero que ya ha pasado y que ahora hay que centrarse en lo que queda. Ahora se tiene a favor que los partidos no se acumularan como hasta hace unas semanas, es seguir el calendario y ya está. Este camino hay que recorrerlo como es debido y pronto volveremos a ver al Levante de siempre. Tranquilidad es sinónimo de éxito.