El Levante UD femenino cayó con dignidad en la final de la Copa de la Reina ante el todopoderoso Barcelona, hoy en día inalcanzable para el resto de equipos españoles. El club catalán rubricó un histórico triplete esta temporada ante un orgulloso Levante, que rozó el milagro de remontar un 3-0 adverso y que estuvo a punto de dar un susto al mejor equipo sin discusión de la temporada, pero su sueño le duró apenas 7 minutos, los que tardó Alexia Putellas en sentenciar.

Parecía otro partido plácido para el conjunto azulgrana. Uno más del curso en el que se ha manejado con puño de hierro. Tres centros de Lieke Martens, culminados por respectivos cabezazos, parecían dejar sentenciado el encuentro. Pero el Levante demostró que es un equipo que nunca se rinde, que siempre pelea. Supo aprovechar la relajación de las campeonas y les metió el miedo con los tantos de Alba Redondo y la argentina Estefanía Banini.

En cambio, Alexia Putellas sacó los galones de capitana del Barcelona. Siete minutos después robó un balón que trataba de sacar jugado el Levante y con un disparo cruzado frenó en seco la reacción del equipo valenciano y sentenció el encuentro.

Tras ganar la Primera división y la Liga de Campeones, el conjunto de Lluis Cortés se hizo un hueco en los libros de historia al equipararse con Lyon, Arsenal, Wolfsburgo y Fráncfort como tricampeones. Este triunfo supone además su octavo título copero y abre un hueco de dos sobre el Espanyol y el propio Levante.

El técnico azulgrana y las jugadoras habían querido quitarse presión y alejarse en la víspera de la condición de claras favoritas. La realidad, como pasó en el torneo de la regularidad y en la máxima competición europea, confirmó de nuevo durante la primera parte su tremenda superioridad ante un rival que ha estado buena parte de la campaña en la segunda plaza de la Primera Iberdrola y que ahora es tercero y con el billete de la próxima ‘Champions’ casi asegurado.

El Barcelona salió intenso y con una velocidad de circulación elevada. En un suspiro, 20 minutos, sentenció la final. Dos centros de la neerlandesa Lieke Martens terminaron en goles. A la media hora llegó el tercero.Los fantasmas del 7-1 liguero encajado en el Johan Cruyff aparecieron en el horizonte del Levante UD.

El Levante creció tanto tras el descanso que dos contras culminadas por Alba Redondo y Banini (parecieron poner en duda la victoria del Barcelona.Para su fortuna, un error, acompañado por la viveza y la calidad de Alexia Putellas, acabó con la reacción levantinista, que cayó con la cabeza muy alta y gran honor ante un equipo que si no lo es ya, va camino de la leyenda. El Levante UD lo fue en la década de los 90.