El Levante UD FS asaltó al Barça en la tanda de penaltis tras un partido en el que mereció la victoria pero que llegó a la prórroga y a los penaltis. Su victoria en su primera final da los valencianos el factor cancha, pues pueden sentenciar en Paterna con un nuevo triunfo este domingo en un partido para el que no quedan entradas (20:00 horas, GOL). El Barça golpeó primero, por medio de Ferrao, que en el minuto 2 envió a la red un balón que había despejado la defensa granota hasta en dos ocasiones. Los de Diego Ríos tuvieron su primera ocasión clara con Esteban, que tras lograr sentar al defensa y al portero estrelló el balón en el palo. Siguieron intentándolo, hasta que Rivillos robó un balón cuando el Barça estaba armando un ataque, y a la contra asistió a Roger para que batiera casi a placer a Dídac (m. 10). Y a balón parado, gracias a una jugada de estrategia, se adelantó. Una falta que sacó Rivillos a la derecha, para que Rafa Usín fusilara sin que Dídac pudiera hacer nada. El debutante en una final se ponía por delante ante todo un subcampeón de la Liga de Campeones al que acompañará el próximo año en la Champions, y que disputaba su octava final en once años, con cuatro títulos en sus vitrinas.

En la reanudación, el Barça pilló desprevenido a su rival con un pase largo de Dídac para Ferrao, que definió con la derecha ante Fede con el empate (m. 27). El Levante UD FS no perdió la cara al partido. Maxi Rescia, desde la frontal, armó un disparo que desvió Dídac. Y la réplica la tuvo Ferrao, cuya bolea a bote pronto se estrelló en el larguero. También Diego chutó a la madera. En los dos últimos minutos Rubi Lemos vistió como portero jugador, y Marc Tolrà agotó la posesión con un disparo que atajó Dídac.

En la prórroga, con juego de cinco, controló el Levante UD FS. Rafa Usín probó el larguero, y Roger a la media vuelta acarició el 2-3. En el segundo tiempo Adolfo perdonó y Esteban probó los reflejos de Dídac, antes de una tanda de penaltis que llegó a la muerte súbita y en la que Fede detuvo tres, entre ellos el decimocuarto a Joselito. Y que siga la historia.