La derrota frente a la Real Sociedad volvió a encender las alarmas en el Ciutat de València. No por la caída, sino por las formas. El Levante mostró su intención de obtener el triunfo en su visita a San Sebastián hasta el gol de Ander Barrenetxea a pocos minutos de la conclusión de la primera parte. Una vez el cuadro levantinista recibió el golpe, desapareció del encuentro y se marchó del Reale Arena sin probar a Remiro. Pese a que el empate ante el Real Madrid despertó entusiasmo, perder en el antiguo Anoeta levantó ampollas y puso el foco nuevamente en Paco López, que pasó de ángel a demonio en menos de una semana. Entre otros motivos, porque el técnico de Silla registra la friolera de once encuentros en LaLiga Santander sin conseguir la victoria.

Desde que se hizo con los mandos del banquillo levantinista, el entrenador nunca estuvo tanto tiempo sin lograr un triunfo. Anteriormente, el periodo en el que permaneció más tiempo cosechando únicamente empates y derrotas fue durante nueve jornadas en la temporada 2018/2019, desde la jornada veinticinco hasta la treinta y cuatro. Un tramo en el que la baja de Toño García y el anuncio de la salida de Jason Remeseiro hacia el Valencia condicionaron la preparación del preparador valenciano. Sin embargo, Paco López se encuentra en una encrucijada y abre interrogantes en Orriols. Haber creado un equipo de autor y que, incluso, es en ocasiones es tendencia a nivel nacional es una realidad, al igual que la versión que dio el combinado granota en la segunda mitad del choque contra la Real volvió a sacar su peor cara.

Todas las versiones posibles

En las tres primeras jornadas de la 21/22, el Levante ha sido capaz de mostrar múltiples versiones que impiden definir tanto una identidad como un estilo claro. Además, la falta de ideas florece. Frente al cuadro dirigido por Imanol Alguacil, la diana de Barrenetxea bloqueó al equipo y su reacción fue estéril después de una primera parte con pocas intimidaciones. Un cabezazo de Roger Martí, aprovechando una falta de coordinación de Elustondo y Le Normand, mandó al lateral de la red fue lo único rescatable del cuadro levantinista el pasado fin de semana, en un partido en el que las novedades fueron las suplencias de De Frutos y Morales. Independientemente de que tuvieron nulo impacto en el partido, uno de las tareas que tiene pendientes Paco López es la gestión de vestuario. Hacer variaciones según los contextos comppetitivos y en función de la meritocracia, sin atender a los nombres.

Ahora, la prioridad pasa por frenar la racha de once partidos sin conocer la victoria. El duelo contra el Rayo servirá para recuperar la alegría en Orriols o para dilatar una finámica casi insoportable. También, encontrar la regularidad y escapar de la disparidad en cuanto a sensaciones. Paco, que cuenta, tal y como indica el mensaje público del club, con el respaldo tanto de Quico Catalán como de Manolo Salvador, tiene la obligación y la responsabilidad de dar un paso al frente pasa disipar dudas sobre su figura.