El Levante perdió en Barcelona y la situación es cada vez más grave. Más allá del KO en el Camp Nou, algo que puede ser hasta lógico, la sensación es que el equipo ya salió derrotado al campo y la plantilla creía poco en lograr una machada a domicilio. Esa misma plantilla que hace no tanto vencía a Madrid, pisaba semifinales de Copa del Rey o que ganaba en el Wanda Metropolitano ante el campeón de liga. Pero lejos ha quedado ese equipo con batalla y brega. Más allá incluso del estilo, del que ahora no queda excesivo rastro. Por todo eso, una derrota que podía ser comprensible ha pasado a ser una losa más en la mochila de penas granota y un problema más para Paco López. El técnico, tocado, viajará a Palma sin un ultimátum pero consciente de que puede ser decisiva la actuación del equipo en el antiguo Son Moix.

El parón aparece a la vuelta de la esquina y la sensación es que puede ser el momento límite. Por eso Mallorca es fundamental para lo bueno y lo malo. La dinámica de resultados es solo la punta del iceberg y es que el vestuario ha ido poco a poco sumando problemas. En lo anímico de hecho, el grupo dirigido por Paco López no está en un momento de fuerza ni mucho menos. Así como en otras situaciones, los jugadores han encontrado en esa unión un punto del que salir de la crisis, ahora el momento es distinto. Necesitan de ‘inputs’ positivos. De victorias. Crecer desde el triunfo pero sobre todo desde el convencimiento en el proyecto. Y eso es lo que no se vio en la visita a Barcelona. La sensación fue horrible. Desde antes del penalti de Radoja ya se percibía que la plantilla salió a no encajar una goleada. Y así lo normal es recibirla. Al final fueron tres pero pudieron ser muchos más si no es por un Aitor Fernández que volvió a ser decisivo.

Por ese mismo motivo Mallorca es el termómetro. Si la imagen vuelve a ser la misma la situación se convertirá en irreversible. Paco López tiene por delante de esta manera una papeleta importante y no puede fallar. Si en el Camp Nou reconoció que se equivocó en el once, los cambios... en todo, en Palma está obligado a acertar. El plan de partido debe ser el correcto y sobre todo el Levante UD debe mostrar una identidad clara. Más allá incluso de tener buenos o malos resultados, algo que ha asumido Paco desde su llegada. De hecho, el cuadro dirigido por el técnico de Silla ya no es reconocible y eso es un problema. Lo fue mínimamente en Elche, pero mucho más tímido que de costumbre. Contra el Celta ni rastro más allá de los errores típicos defensivos y antes, contra el Rayo Vallecano, se volvió a dejar puntos en los minutos finales en otro mal encuentro en líneas generales del equipo granota.

Más allá del mal nivel colectivo, el problema de concentración y de nivel es importante. El Levante UD ha perdido puntos a causa de cometer errores infantiles y evitables que se han sucedido a lo largo de las últimas jornadas , que han provado al equipo de ganar y lo han metido en un bucle. Ya no hay un once definido, tampoco un estilo marcado, jugadores importantes se caen de los onces y cuesta cerrar los partidos igual que siempre. Con todo eso, Paco López tendrá un ‘match-ball’ en su visita a Palma de Mallorca.