El Levante, después de la destitución de Paco López, finaliza la primera semana de entrenamientos sabiendo quién será el que coge el relevo del técnico de Silla, pero sin la presencia del mismo por los trámites que ha tenido que resolver desde que el club se puso en contacto para su aterrizaje en Orriols. Javier Pereira es una realidad, pero su llegada a València se está demorando. Primero por tener que romper el contrato que le vinculaba con el Henan Yianye y, sobre todo, por los trámites de carácter burocrático (que aún siguen en curso) para salir de China. País que, pese a los avances que se han dado para combatir a la pandemia, todavía posee limitaciones de movilidad. No obstante, el Levante trabaja, en clave deportiva, a conciencia y sabiendo que, por la modificación surgida en el banquillo, habrán cambios tanto tácticos como de mentalidad. La hoja de ruta está dibujada más allá de que Javier Pereira no esté en la Ciudad Deportiva de Buñol. Y los nuevos automatismos ya se están trabajando junto a la plantilla.

Mientras espera su traslado definitivo a València, el entrenador extremeño pasó la planificación y los aspectos en los que el equipo levantinista necesita mejorar, ya que está en contacto constante, a través de la dirección deportiva, con Javi Navarro, miembro del cuerpo técnico que se encuentra ahora con el primer equipo. A su vez, Javier Pereira, desde el hotel donde aguarda el visto bueno para salir de China, prepara el enfrentamiento contra el Getafe y analiza a su rival desde una perspectiva táctica, consciente de que el Gobierno chino no afloja y que, salvo giro de guion, no estará hasta principios de la próxima semana. Sin embargo, su forma de trabajar de cara a los partidos se basa en trabajar cuatro días antes del compromiso competitivo. Por lo que espera cumplir con sus plazos de entrenamiento junto al que será su equipo. Pese a ello, su presencia está más que asegurada frente a los azulones.

No obstante, los ayudantes de Javier Pereira están al caer. Agustín Izquierdo (segundo entrenador) y Pedro López (técnico asistente) serán los primeros en aterrizar en la Ciudad Deportiva de Buñol. Un cuerpo técnico al que le queda todavía la pata del preparador de porteros, pero el club no se quiere precipitar. Desde el primer instante fueron conscientes de que Toni Mengual no podía incorporarse al nuevo equipo de trabajo tras haber estado inscrito en LaLiga Santander con el cuerpo técnico del Getafe. Sin embargo, valoraron que se uniera al cuerpo técnico para estar en el día a día pese a que, posteriormente, no se podría sentar en el banquillo en los días de partido, pero, finalmente, otearán el mercado para cubrir la posición de preparador de porteros. Un ralentización del proceso que se debe a que el Levante quiso respetar hasta el último segundo la figura de Paco López. Hasta que el nacido en Silla no concluyera su cargo al frente del banquillo del Levante, no moverían ficha por un Pereira que, desde el primer instante, fue el favorito en caso de cambio.

La primera semana de trabajo en la era posterior a Paco López, quien, pese a los malos resultados registrados en el arranque de competición, ya forma parte de la dorada historia del Levante, la llevó a cabo Alessio Lisci, entrenador del filial levantinista. El italiano, que se sentará hoy en el banquillo junto al segundo equipo granota tras compaginar las sesiones de trabajo de la primera plantilla con el partido ante el Eldense, concluyó su primera experiencia dirigiendo a futbolistas de élite de forma satisfactoria. El técnico detectó un grupo implicado, con ganas de trabajar para revertir la difícil situación y que, por consiguiente, le facilitó las cosas al preparador transalpino. Fue la transición idónea para un combinado que, tras cuatro años y medio, sufre un cambio de ciclo en la dirección técnica con la intención de dejar al Levante en Primera División, y que tendrá contra el Getafe su primera puesta en escena.