El Levante, desorientado y malherido después de haber recibido múltiples y distintos reveses que le han hundido en el fondo de la clasificación, tiene la obligación y la responsabilidad de empezar a enmendar todos los errores que le han llevado a una situación de difícil explicación. El Mallorca, rival que abrirá fuego al segundo asalto de la competición liguera, le otorgará al conjunto levantinista no solo la enésima oportunidad de ganar, sino de empezar con buen pie un tramo decisivo, en el que se definen los objetivos y en el que no importa lo ocurrido en el pasado. El resultado que se dé no será definitivo, pero sí marcará un antes y un después. Sobre todo en caso de victoria, para mirar al futuro con la sensación de que, mientras haya vida, hay esperanza por muy cuesta arriba que esté actualmente el objetivo de la salvación.

No obstante, el Levante deberá convencer a su público desde el inicio si no quiere que el ambiente del Ciutat de València le dé la espalda. La afición granota, caracterizada por no dejar nunca de lado a los suyos, aterrizará en el feudo de Orriols con el rencor y el dolor de haber vivido uno de los días más críticos en la historia del club. Una derrota por cinco goles a cero ante el Villarreal en el que el equipo destacó por su pasividad y falta de actitud. Motivos que impulsaron, a más de un centenar de seguidores, a pedir explicaciones a los jugadores cuando regresaron de La Cerámica y a Quico Catalán a pedirle a la gente que no desfallezca ni dejen de apoyar a los suyos, aunque podiendo su cargo a disposición del levantinismo a final de curso al ser consciente del panorama actual.

Sin embargo, será un enfrentamiento en el que imperará la necesidad. El Mallorca, aunque esté fuera de posiciones de descenso, no viaja a València vistiendo sus mejores galas. Su penúltima victoria en LaLiga Santander fue, precisamente, contra el Levante en Son Moix, coincidiendo con el instante en el que el proyecto de Paco López se consumó y en el que el club fue a la deriva. Su última fue, de manera prestigiosa, en el Wanda Metropolitano por un gol a dos, pero en las últimas once jornadas, solo ha ganado un partido.