La tercera final consecutiva para el Levante Femenino fue un sueño del que se despertó después de caer en las semifinales de la Supercopa de España por la mínima, tras un duelo lleno de altibajos en clave granota del que salieron perjudicadas. Los fallos de coordinación y la falta de fortuna tumbó a un cuadro dirigido por Ángel Villacampa que continúa inmerso en una crisis de resultado del que, más allá de un triunfo ante el Eibar que fue agua en el desierto, preocupa en Orriols. Con la tercera posición a una distancia lejana en Primera Iberdrola, la Supercopa se conjuró como un punto de inflexión para creer en la reacción y soñar con un título, pero la realidad granota no solo es gris, sino que exige explicaciones para mejorar su situación.

La primera mitad estuvo a la altura del cartel del encuentro. Minutos vibrantes, ímpetu por dominar y ganas de estar en el enfrentamiento del domingo contra el Barça. Las chicas entrenadas por Ángel Villacampa tuvieron oportunidades claras que estuvieron a punto de cristalizarse, pero todas se quedaron cerca de superar a Lola Gallardo. Un disparo desde la frontal de Irene Guerrero, tras cesión de Carol Férez, se marchó lamiendo el palo derecho de la meta colchonera, y minutos más tarde, una presión en área contraria de la andaluza fue ejecutada por Alba Redondo sin fortuna. Una suerte que se encontró Deyna Castellanos poco después de superar la primera media hora. María Korenciova, quien se hizo grande en un mano a mano ante la ‘9’ del Atlético de Madrid, salió perjudicada en el gol que abrió el marcador. Un disparo desde fuera del área de la atacante fue a las manos de la guardameta, pero su intento de hacerse con los dominios del cuero quedó en vano al superar la línea de gol. Sin embargo, el Levante Femenino, fuerte y sin alterar su estado de ánimo después del tanto encajado, asestó un golpe de confianza a pocos segundos del término del primer asalto. Irene Guerrero, la más dinámica y activa del equipo, vio un pase entre líneas que encontró a Carol Férez para dejarla sola ante Lola Gallardo y batirla con un disparo cruzado. La guinda para celebrar su reciente renovación.

Pese a la euforia del empate, el equipo de Ángel Villacampa fue desinflándose con el paso de los minutos. Un tímido lanzamiento de Leire Baños, a los cinco minutos de la reanudación, fue el único síntoma de reacción de un equipo que pagó cara su voluntad de conseguir el hito de la remontada, ya que al contragolpe, el cuadro dirigido por Óscar Fernández sacó su artillería pesada. Deyna, autora del primer tanto del duelo, avisó de las intenciones de las suyas con un centro chut que dio en el larguero, pero el dominio atlético, que fue en aumento, se tradujo en un aumento de su renta. Además, con una exfutbolista granota entremedias. Ludmila, estirando una salida a la contra del Atlético de Madrid, vio el espacio necesario entre tres futbolistas granotas para dejar sola a Maitane para batir a Korenciova. La brasileña, tras asistir a la centrocampista y aprovechando un rechace de ocho minutos más tarde, puso el 1-3 en el luminoso. No obstante, el Levante se negó a tirar la toalla, aunque su fe no tuvo premio. A nueve del final, Paula Tomás arrancó desde el perfil zurdo, se marchó de dos y dejó en una posición favorable a Gio Queiroz para recortar distancias en el marcador.