Ya no hay margen de error. El Levante UD se juega su supervivencia en Primera en su encuentro frente a una Real Sociedad que viene inmersa en la pelea por los puestos europeos. En el peor de los casos los granotas quedarán vistos para sentencia e incluso podrían llegar descendidos a la próxima jornada en el Santiago Bernabéu. Pero con una victoria dormirían a tres puntos de la salvación, la distancia más corta desde octubre, justo antes del trascendental Mallorca-Granada de mañana. Un mundo de diferencia entre la victoria y la derrota contra un rival que también necesita puntos para certificar su presencia en la Europa League y aún sueña con llegar a la Champions.

La cita está marcada por un regreso muy esperado en Orriols: el de Roger Martí. Tras lesionarse contra el Barça, el de Torrent no pudo jugar frente a Granada, Sevilla ni Valencia y reaparece consciente de que su equipo necesita lo mejor de él. La delantera, sin embargo, sigue incompleta debido a la baja de Soldado, fuera de la convocatoria por unas molestias en los isquiotibiales que le privaron de completar el entrenamiento de ayer. El ‘16’ se une a De Frutos, Mustafi y un Clerc que ha recaído. Por decisión técnica no ha entrado Franquesa. Alessio no desveló si contará con Roger de inicio o si se lo guardará para la segunda parte y arrancará con Dani Gómez. Es una de las dudas en el once, además del posible regreso de Cáceres al trío de centrales en detrimento de alguno de los que vienen siendo titulares. Sea de la partida o a lo largo de la segunda parte, volverá la dupla del Pistolero con Morales, que sigue siendo la gran esperanza levantinista pese a los penaltis fallados recientemente por ambos.

El rival asusta Los granotas no se jugarán la vida contra cualquiera: se miden a una Real Sociedad que, pese a llevar tres partidos sin ganar, es letal. El cuadro donostiarra recupera a David Silva, que apunta a titular tras perderse dos duelos por sanción. Imanol, un técnico del agrado de Alessio Lisci, no puede contar con Oyarzabal, Barrenetxea, Monreal ni Carlos Fernández por lesión. Sí podrá alinear a su dupla nórdica que tan buenos resultados está dando, con el sueco Isak y el noruego Sorloth. Y bajo los palos estará un viejo conocido del Ciutat de València como Álex Remiro, que ha crecido mucho desde los meses en los que fuera suplente en el año del ascenso con Muñiz y ahora es uno de los grandes guardametas de LaLiga. El exgranota es uno de los cancerberos que menos veces han recogido el balón de su portería, lo que demuestra que no será fácil batirle. De hecho, la Real sale a menos de un gol por partido tanto a favor como en contra y sus números ofensivos son peores que los del Levante: nueve tantos menos.

La afición no fallará

En la línea de toda la temporada, el levantinismo seguirá apoyando hasta el final. El club ha vuelto a poner de su parte poniendo entradas desde cuatro euros para llenar el estadio y el público recibirá a los jugadores con un bufandeo y cantando el himno, como contra el Sevilla. La cita es tan decisiva como dura, pero el Levante deberá hacerse fuerte ante sus necesidades y sacar el mismo carácter que ha tenido contra otros rivales de la zona noble como Atlético, Barcelona, Villarreal y el propio Sevilla.