La victoria del Levante frente a la Real Sociedad mantuvo la esperanza y la ilusión de conseguir el milagro de la permanencia, pero la jornada sabatina machacó la autoestima granota apenas 24 horas después del subidón que se vivió en el Ciutat de València. La moneda de la fortuna, frente a los donostiarras, cayó de cara, pero en los enfrentamientos en los que levantinismo depositó toda su atención salió cruz. Ninguna combinación fue favorable, independientemente de la derrota en Balaídos del Alavés, ya que el foco apuntó hacia los equipos de posiciones superiores. Si el sábado comenzó con tres puntos de diferencia con los puestos de salvación, los pupilos dirigidos por Alessio Lisci terminaron el día a la misma distancia con la que empezaron el fin de semana. Una situación desilusionante, con tintes dramáticos y cuyo único remedio es el de seguir remando hacia adelante.

El Mallorca-Granada, el Cádiz-Elche y el Celta-Alavés marcaron la jornada del Levante. Después de conquistar los tres puntos contra la Real Sociedad, el conjunto granota dejó su condición de colista haciendo los deberes, se arrimó al combinado de Sergio González, en la decimoséptima plaza, y se preparó para vivir un día en el que tocó cruzar los dedos con fuerza. Sin embargo, las combinaciones salieron defectuosas para los intereses del club de Orriols. Y eso que el triunfo del cuadro nazarí en Son Moix (2-6), pese a que lo más beneficioso hubiera sido un empate, mantuvo el intervalo de tres unidades con la salvación, pero la victoria del Cádiz ante el Elche destrozó gran parte de las ilusiones brotadas durante la velada del viernes. Además, con síntomas de crueldad, tras ver cómo Edgar Badía se resbaló en el primer gol de Negredo, mientras la defensa franjiverde apenas le puso oposición al atacante, y ser testigos de cómo le allanó el camino del segundo a Sobrino calculando mal un balón dividido. Tres puntos cadistas con los que se alejan del Levante.

A día de hoy, la distancia con la salvación es de cinco puntos a falta de nueve por jugarse, aunque todo lo que no sea ganar los tres encuentros que restan no servirá de nada. Pese a ello, la victoria contra la Real Sociedad, debido a la fe y a la entrega que plasmaron sobre el terreno de juego, da argumentos para dar y creer en la machada. La siguiente parada será el Santiago Bernabéu, el estadio del actual campeón de LaLiga Santander y del finalista de la Champions. No en vano, el Levante ya ha demostrado que no entiende de situaciones imposibles.