Con el descenso ya consumado este jueves en el Santiago Bernabéu, el Ciutat de València se despide hoy de LaLiga Santander. Un último baile delante de una afición que ha vivido una de las temporadas más difíciles que se recuerdan, con una primera vuelta entera sin ganar y una reacción que dio alas para soñar pero fue insuficiente para escalar la montaña. Además será la despedida de algunos futbolistas que tienen su futuro en el aire.

Sí llega vivo el Alavés, compañero de sufrimiento y rival directo durante toda la temporada. Para llegar con opciones a la última jornada, el cuadro vitoriano necesita llevarse los tres puntos del Ciutat y que el Cádiz no haga lo propio contra el verdugo de los granotas: el Real Madrid. El Levante ya solo opta a ser decimoctavo o decimonoveno y conseguir con ello un mejor reparto televisivo para las próximas temporadas. Pero al margen de lo deportivo está en juego el honor tras un año de penurias.

La cercanía con el partido del Bernabéu y el hecho de que ya no está la permanencia el juego pueden propiciar cambios en el once, como el que anunció Alessio Lisci que habrá en la portería: será Aitor quien la defienda. Soldado vuelve a estar disponible tras su lesión, mientras que Cáceres no ha entrado en la convocatoria. Siguen en la enfermería Mustafi, Clerc y De Frutos y Marc Pubill no jugará para estar con el Atlético Levante.

El filial se la juega Si la temporada ya ha sido dura con el descenso del primer equipo, aún lo sería más si el Atlético Levante perdiera la categoría. Para mantenerse en Segunda RFEF, los de Chema Sanz deben ganar al Alzira en Buñol y mirar de reojo a los partidos del Mancha Real, el Socuéllamos y el Águilas. Ahora mismo el filial ocupa la posición de promoción de permanencia, mientras que el rival es séptimo y ya no se juega nada.