Alessio Lisci se despidió del club en sus redes sociales tras once años de trabajo en categorías inferiores, de los cuales los últimos seis meses fueron al mando del primer equipo. El entrenador puso punto y final a una etapa de crecimiento que concluyó con el sabor agridulce del descenso a Segunda División, pero reflejó su agradecimiento al club al abrirle las puertas de la élite y, además, introducirse en la rueda de entrenadores.

Lisci reconoció que pasó 23 días desafortunados. «Entendí que 23 días ‘desafortunados’ en cuanto a las formas hacia mi persona (nada tiene que ver la decisión técnica que se ha tomado), no pueden borrar 11 años de éxitos con este escudo en el pecho, un escudo que me lo ha dado todo. En esta vida siempre le damos más peso a las cosas malas que a las buenas», introdujo.

Sin rencores y agradecido por el camino, Lisci recordó cómo fue su llegada a Buñol. «Gracias especialmente a tres personas que en momentos clave han hecho que haya podido llegar hasta aquí. A Villa (Miguel Ángel Villafaina) que apostó por mí cuando no era nadie; a Sergio Gómez, que me dio la oportunidad de volver al club cuando estaba en Italia; y a Quico Catalán por permitirme cumplir mi sueño. Gracias Paco Fenollosa. Cualquier palabra que pueda decir nunca estará a la altura de lo que has sido, eres y serás para mí. Desde hace años siempre has tenido un abrazo para darme fuerza, me has regalado una sonrisa, siempre me has dicho que iba a entrenar al Llevant. Eres un referente para mí. Gracias de corazón», agradeció Alessio.