La vuelta de Vicente Iborra ya ha tenido su bautismo. Con un Ciutat de València vestido de gala y con la que siempre ha sido su afición dándole una calurosa bienvenida. El regreso del hijo pródigo fue por la puerta grande y con cánticos que le demostraron el cariño que siente su grada. La Tribuna Oeste de Orriols estuvo a rebosar mientras se frotó los ojos, en más de una ocasión, después de ver en carne y hueso al ‘10’ eterno. Un futbolista que nunca dudó de su deseo de volver a vestir la elástica granota, y aunque no desconozca el hábitat de su nueva etapa, se pellizca para confirmar que su ilusión ya es una realidad. «Pese a que vuelva a casa aún me estoy situando. Todo ha sido rápido estos días y sigo en una nube. Estoy ilusionado y agradecido. Lo que me importa es que mi gente vuelva a tener ilusión», dijo el centrocampista, antes de que el presidente, Quico Catalán, le agradeciese su gesto haciendo referencias al pasado y poniendo en alza su figura.

«Aún me acuerdo de las negociaciones con Del Nido. Desde ese momento hemos soñado con que vuelva. Siempre transmitió que era levantinista y que quería volver. Hoy vuelve a casa ese gran levantinista. Me gustaría que las nuevas generaciones que no lo han visto en el Levante sepan que él es un jugador muy grande, del calibre de Antonio Calpe, de Sergio Ballesteros, de Juanfran... Ahora le toca a Iborra. Le doy las gracias de corazón porque esto es muy grande. Han sido semanas tensas y bonitas. Todas las partes queríamos cumplir nuestro sueño. No solo vienes a jugar al fútbol, sino a transmitir tus valores. Es un orgullo. Después de todas las alegrías que has repartido en otros clubes estoy seguro de que nos tienes una guardada», comentó el presidente. De hecho, Vicente Iborra no quiso ponerse ningún techo. «He tenido la suerte de vivir los años más bonitos del club. Los malos nos reconfortaron y ahora puede ser parecido. Estamos en Segunda porque nos lo merecemos. Hay que asentar unas bases sólidas para subir a Primera División y no volver a caer. El fútbol me ha enseñado a soñar en grande. Sueño con cosas muy grandes aquí en el Levante», habló, soñando en grande.

Sin embargo, el regreso el eterno capitán se gestó con sigilo y con cautela. Midiendo los tiempos y respetando a las partes involucradas. Pero, sobre todo, cruzando los dedos para que la vuelta de Iborra se produjera. Me presento en la pretemporada del Villarreal con toda la ambición del mundo, queriendo jugar en Primera y en Europa. Las circunstancias hace que tenga que buscar una salida y solo quería volver», dijo el moncadense, emocionado por su vuelta «a casa».