En una temporada de redención en el Levante, Marcelo Saracchi es uno de los máximo exponentes de la resiliencia en la que se adentra un club que suspira por recuperar la categoría cuanto antes. El lateral izquierdo aterrizó en Orriols por sorpresa, pero mediante una operación que fue respaldada por la oportunidad de mercado que supuso incorporar a un futbolista de su talla. Seis meses después de su fichaje, el lateral está preparado para defender con garantías el carril zurdo del Ciutat y darle verticalidad al dibujo de Mehdi Nafti tras sepultar su última rotura de ligamento cruzado. Pero, sobre todo, de sumar para que su equipo alcance la cima del ascenso a Primera División.

La travesía de Marcelo Saracchi llegó a su fin y está listo para disfrutar de una nueva etapa en su carrera deportiva. A sus 24 años, su compromiso es absoluto. Así lo demostró cuando firmó por el Levante, entrenando en distintos campos de València y remando desde fuera para evitar el descenso a Segunda mientras ponía su maquinaría a punto. Y ahora, el charrúa pone por encima el bienestar que le da el cuadro azulgrana ante intereses que ha recibido durante este mercado. «Después de mucho tiempo donde no he estado bien por lesiones o por falta de rodaje, volver a ponerme a punto, en un lugar donde estoy cómodo, al igual que mi familia, es lo más importante. Espero hacerlo de la mejor manera esta temporada», comentó, tras el empate ante el Al-Wehda, ante los medios del club.

Con el arranque liguero en la vuelta de la esquina, el Levante finalizó la pretemporada con señas de identidad claras. Un equipo intenso, sacrificado y solidario donde Saracchi encaja positivamente. Tras terminar el curso pasado jugando un total de cuatro partidos, donde le dio tiempo a registrar una asistencia a su casillero, el uruguayo concluyó el periodo de preparación siendo una de las noticias más gratas.