El empate contra el Burgos, condicionado por la derrota frente al Cartagena, hace que los primeros síntomas de incertidumbre frorezcan en el ecosistema del Levante. Pese a la unidad adquirida en El Plantío, el combinado levantinista demostró que su versión más diferencial, acorde al potencial que atesora su plantilla, sigue sin aparecer en la categoría de plata mientras los rivales directos ganan terreno en la parta alta de la tabla con el transcurso de las jornadas. Caer en casa ante el conjunto de Luis Carrión puso a todo el mundo en jaque, pero la falta de claridad contra el Burgos, aunque existieron tramos de dominio y control granota, provocó que en Orriols reinase la intranquilidad.

Ante dicho contexto, los focos apuntan a Mehdi Nafti, encargado de que sus piezas funcionen sobre el terreno de juego y que está siendo testigo del nerviosismo que se vive dentro del levantinismo. A día de hoy, y acrecentado por el punto obtenido en tierras burgalesas, existen ciertas señales donde la impaciencia es dominante, pero el técnico se muestra tranquilo y seguro de que enderezará el rumbo. Pese a ello, es consciente de que existe un amplio margen de mejora y múltiples funciones que corregir.

Respaldo intacto

Sin embargo, la realidad decreta que el encuentro contra el Andorra será un punto de inflexión en toda regla. Ya sea para bien o para mal. De hecho, todo lo que no sea conseguir tres puntos, en un escenario donde han caído dos aspirantes al ascenso como Granada y Eibar, pondrá en una situación comprometida al equipo. Un Levante que cuenta, más allá del valor de mercado (el más alto de Segunda División), con una plantilla de altísimo nivel y al que, en caso de nuevo pinchazo, definitivamente se le atragantaría la división de plata.

De momento, el respaldo en Mehdi Nafti, tanto por parte del club como del vestuario, se mantiene intacto. No en vano, el paso al frente, para opositar con argumentos solventes al ascenso y no de palabra, se ha de dar de forma inmediata. Andorra será el lugar para renacer o para aumentar las dudas.