Una prueba que marca la temporada

El Levante UD vuelve a casa tras la primera derrota de Calleja, ante un Albacete cerca del ascenso

Pablo Martínez, en un partido en el Ciutat de València. | J.M.LÓPEZ

Pablo Martínez, en un partido en el Ciutat de València. | J.M.LÓPEZ / Pablo Martínez-vilanova. València

Pablo Martínez-Vilanova

Con un ascenso en juego que se prevé especialmente caro este año, el de mañana no será un partido cualquiera. Un Albacete que por muy tapado que esté es candidato al ascenso y estará arropado por miles de aficionados desplazados pondrá a prueba al Levante en el momento más difícil de la era Calleja. Los granotas deberán demostrar en un encuentro de máxima dificultad que lo de Huesca fue un accidente. Una victoria disiparía toda duda, mientras que un tropiezo haría crecer la distancia con las plazas de ascenso directo y sumaría definitivamente a la lucha al cuadro manchego.

Algunas fuentes hablan de hasta 4.000 aficionados del Albacete en Orriols. Siendo difícil medir si realmente serán tantos, lo que es seguro es que será un desplazamiento masivo para el que ya hay organizado un corteo al Ciutat. Esto obliga al levantinismo a darlo todo para contrarrestar el efecto de la afición visitante, del cual ya se benefició el propio Levante en el Carlos Belmonte. En aquel encuentro, el cuarto de Calleja, se logró la victoria ante un ‘Alba’ que vendió carísima su piel y demostró su facilidad para marcar goles al contragolpe. A pesar de la ausencia de Higinio el equipo visitante se plantará en el coliseo granota con la vitola de máximo goleador de la categoría con 39 dianas, las mismas que el Granada y el Alavés. Un reto mayúsculo para la defensa levantinista, que sigue acusando las bajas pero recupera la opción de Iborra como central.

Cumplido el objetivo inicial de los 50 puntos para asegurar la permanencia, el Albacete ya se ha quitado la careta. Ya no es un recién ascendido sino un contendiente más en la misma guerra que está librando el Levante, que no es otra que ascender. Con la diferencia de que para los granotas es una obligación y para los blancos un sueño en el que no existe la misma presión.

Rubén Albés, técnico del ‘Queso Mecánico’, no ocultó las intenciones con las que viajará en su rueda de prensa de ayer: «Nosotros iremos al Ciutat de València a ganar. Como hemos ido a todos los campos». Si lo consigue se pondrá a un punto del cuadro azulgrana con el average empatado o ganado. De hecho, a pesar de la racha de veinte partidos sin perder que encadenó el Levante, el Albacete ha recortado dos puntos en el parcial de las últimas diez jornadas. Se ha ganado por méritos propios que la nómina de aspirantes se amplíe a seis y el elevado ritmo de puntuación de la zona noble invita a pensar que puede ser necesario ganar más de la mitad de los doce partidos que restan. Un reto para valientes en el camino de una plantilla que ha demostrado a lo largo de la temporada estar preparada para asumirlo.

Lo que vendrá después, de hecho, es muy duro. Si bien marzo se completará ante tres rivales de la zona baja después llegarán Eibar, Las Palmas y Alavés en tres de los cuatro partidos de abril. Muchas cosas en juego en una recta final de aúpa que empieza mañana en el Ciutat. Equipo y afición deben seguir unidos tras el golpe de Huesca en toda una prueba de fuego.