El ascenso pasa por partidos como este

Los de Javi Calleja quieren demostrar que la caída en Huesca fue un accidente para volver a mirar hacia arriba. Con Pedro Catalán en la memoria, al equipo le sobran motivos para ganar

Entrenamiento previo al partido de liga de este domingo ante el Albacete

Entrenamiento previo al partido de liga de este domingo ante el Albacete / J. M. López

Rafa Esteve

Los veinte partidos sin perder en Segunda le dieron al Levante UD argumentos para creer en el objetivo de ascender a la élite del fútbol español. Su esperanza, sin embargo, fue tan grande como el tropiezo en Huesca, que a pesar de cortar con una racha de resultados más que notable, despertó una vez más los nervios por no conseguir la ilusión que se respira en el Ciutat de València.

La categoría de plata, igualada y exigente a partes iguales, le demostró al combinado comandado por Javi Calleja que, por muy bien que haga su trabajo, el desafío de subir a la máxima categoría requiere dar más si cabe. Por difícil que parezca, ya que la dedicación y el compromiso del equipo levantinista es totalmente absoluto. No obstante, la Segunda División es traicionera. Sobre todo, si el ascenso pasa por lograrlo de manera directa. Por ello, los cinco sentidos están más activos que nunca en Orriols.

Aunque Javi Calleja lleve cinco meses en el banquillo del Ciutat de València, su estancia en el club granota abre una nueva etapa desde su aterrizaje. Acostumbrado a sentirse imparable, la derrota ante el Huesca supuso un antes y un después que provoca incertidumbre en el entorno. Todo lo que rodea al Levante está impaciente por ver cómo reaccionará su conjunto.

Tiene ganas de ver si lo visto en El Alcoraz fue un accidente o, de lo contrario, si el diagnóstico empieza a preocupar. El técnico, en rueda de prensa, reconoció que los suyos están rabiosos. Además, la jornada del sábado arrojó luces al bando azulgrana a pesar del liderato del Eibar, ya que el Alavés y Las Palmas empataron sus respectivos compromisos. Motivo por el que los tres puntos son innegociables en Orriols. Pese a ello, el Albacete, uno de los equipos más en forma de la competición, será una buena prueba para determinar cuál es el estado de la plantilla y, sobre todo, para comprobar si el ascenso directo continúa siendo una posibilidad a la que agarrarse en Orriols.

No en vano, los puntos adquieren una importancia mayor después de la difícil semana que vivió el club. La pérdida de Pedro Catalán, padre del presidente y una de las personas más influyentes y trascendentales en la historia del Levante, falleció en la madrugada del miércoles y dejó congelados los corazones no solo de los que tuvieron el placer de conocerle, sino también de los que fueron conscientes de su relevancia. Al equipo, de hecho, le sobran motivos para ir al cien por cien a por la victoria, aunque desde la ciudad manchega quieran impedirlo por todos los medios.

Los jugadores del Levante celebran un gol

Los jugadores del Levante celebran un gol / LUD

Un rival muy complicado

El conjunto de Rubén Albés, una de las revelaciones del curso, que se ha metido en la pomada por entrar en promoción de ascenso tras haber perdido solo un encuentro en los últimos doce y que está cuatro por debajo, aterrizará con la moral por las nubes después de haber alcanzado los 50 puntos que garantizan la permanencia, no quieren ponerse techo en lo que resta de temporada. Y respaldados por su afición, que estará presente en el Ciutat, buscarán ir a más.

Sin embargo, el Levante, que contará con el regreso de Iborra después de que una lesión en el aductor le impidiese estar en El Alcoraz, no quiere ser el anfitrión de ninguna fiesta. Quiere, por encima de cualquier circunstancia, recuperar su estatus en Segunda División. Volver a ser el equipo que era muy difícil de superar hasta que el Huesca trastocó la hoja de ruta.

De resiliencias y de reponerse a situaciones adversas entiende un club que saltará al césped del Ciutat de València con múltiples motivaciones, tanto desde la grada como desde un cielo que luce el color azulgrana con la presencia de Pedro Catalán. Ganar para mantener la ilusión de ascender a Primera División o sembrar dudas.