Puertas abiertas

Por un 2025 con el Levante UD en Primera División

El Ciutat congregó a aproximadamente 3000 levantinistas en el entrenamiento navideño

Los jugadores se dan un baño de masas en el Ciutat

Los jugadores se dan un baño de masas en el Ciutat / M.A. Montesinos

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La totalidad del levantinismo, en medio de los deseos de tener un año repleto de salud, prosperidad y felicidad, le pidió al 2025 un ascenso a Primera División. Una derrota y tres empates han frenado la escalada de los de Julián Calero hacia la zona más privilegiada de la clasificación. No obstante, el sueño de vivir una temporada ilusionante permanece. El anhelo de subir a la élite nacional, independientemente de las formas, perdura en un coliseo de Orriols que, tres días después de arrancar el 2025, sintió el aliento de una afición entregada a su equipo, que se desvive por cada uno de sus futbolistas y que tiene el presentimiento de que este puede ser el año del ascenso.

El Ciutat de València subió la persiana de sus instalaciones para recibir al conjunto de Julián Calero en un entrenamiento a puertas abiertas y donde se palpó el entusiasmo que despierta la plantilla. La sesión se programó a las 10:30, pero los aficionados abarrotaron los alrededores del estadio desde primera hora de la mañana. Las colas llegaban hasta el Arena Centro Comercial, y una vez se abrió el telón del estadio, los asistentes corrieron a toda velocidad para sentarse en la mejor localidad, en una Tribuna cuya parte baja se llenó en su totalidad y donde, según fuentes del club, registró una cifra de aproximadamente 3.000 espectadores. Síntoma de que en Orriols se respira entusiasmo, fruto de un equipo que, en las buenas y en las malas, nunca dejará de luchar por subir a Primera División.

A tres días de desplazarse a Tenerife para disputar la jornada aplazada por la dana, el combinado de Julián Calero llevó a cabo una sesión de entrenamiento envuelta del calor de su afición, pero donde no se desvió el foco de la preparación del encuentro. Después de una activación previa, y diferentes sesiones de calentamiento, la plantilla se dividió en dos equipos y realizó ejercicios de finalización, posesión para terminar con un partidillo, a campo reducido, donde cada uno de los goles anotados se celebraron como si de un encuentro de liga se tratase. Julián Calero, Andrés Fernández y Giorgi Kochorashvili fueron los más aclamados durante el entrenamiento, y una vez concluyó, Orriols se fundió en un atronador aplauso hacia su equipo. Aquel que tantas emociones y sueños despierta y que se acercó a la grada a firmar entre la admiración de todos los pequeños que se amontonaron en primera fila.

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