Queda un regalo pendiente en Orriols

El equipo de Julián Calero disputa hoy el partido aplazado frente al Tenerife con el objetivo de ganar y finalizar la primera vuelta en playoff de ascenso

Los jugadores del Levante UD saludan a los aficionados presentes en el entrenamiento con puertas abiertas.

Los jugadores del Levante UD saludan a los aficionados presentes en el entrenamiento con puertas abiertas. / M. Á. Montesinos

Rafa Esteve

Ganar siempre será un regalo. No solo en el fútbol, sino en general. Tres puntos será el deseo eterno de los aficionados al deporte de balompié en fechas navideñas, periodo donde los propósitos surgen como método de reseteo y progresión. Los días festivos llegaron a su fin con el aterrizaje de los Reyes Magos, pero los levantinistas se resisten a abandonarlas sin antes recibir el regalo que llevan deseando desde hace algunas semanas: tres puntos contra el Tenerife, que sirvan para finiquitar la racha negativa de resultados y que valgan para afrontar la segunda vuelta con energía, optimismo y desde una posición privilegiada en la clasificación. Ya que, en caso de victoria, saltarán a la quinta plaza. Un lugar donde, como mínimo, quiere terminar un curso que aspira a ser ilusionante.

Las pilas han sido cargadas durante las vacaciones y después de más de una semana entrenando. Al equipo de Julián Calero le ha venido bien detener la vorágine competitiva para coger aire y retomar todas sus ilusiones limpiando cabeza. Fueron jornadas frenéticas tras la dana, donde la plantilla bajó su rendimiento y registró peores resultados a los sumados antes del temporal. No obstante, nadie se ha desviado del camino. Todos van a una. «Antes de irnos de vacaciones les dije que se prepararan porque venían curvas bonitas, que había que cogerlas con fuerza. Si hacemos las cosas bien nos espera una segunda vuelta en la que podremos pelear por los máximos retos posibles. Esa es la ilusión que tenemos que tener. Volvemos con mucha fuerza y con la intención de que mi mensaje sea creíble y no caduque. Voy con todo con mis jugadores», dijo Julián Calero en rueda de prensa.

Ángel Algobia, lesionado muscularmente en el sóleo de la pierna izquierda, y Vicente Iborra, en el tramo final de su recuperación tras una molestia isquiotibial en la pierna izquierda, serán las bajas de cara a un encuentro donde seguirá sin participar Fabrício. El ‘12’ continúa en Brasil esperando a que Levante y Esporte Clube Vitória lleguen a un acuerdo para ser traspasado al club carioca, a la vez que Calero reconoció ante los medios que ya no cuenta con sus servicios.

Sí viajarán Alcañiz y Álex Primo a unas islas cuyas aguas andan muy revueltas. A doce puntos de la salvación, y con solo dos victorias en su casillero, el Tenerife cambió su rumbo en el banquillo por segunda vez este año tras cesar a Pepe Mel y le dio las llaves del milagro a un Álvaro Cervera que ya hizo probaturas en la Copa del Rey frente a Osasuna.

Sin embargo, la absoluta prioridad del valenciano es construir diferentes automatismos competitivos en su plantilla y no desistir pese a la dificultad, con el foco de la esperanza depositado en los dos próximos enfrentamientos ligueros. «Si somos capaces de ganar esos dos partidos, o ganar alguno y no perder ninguno, veríamos la situación de otra manera; no sería asequible, pero sí posible”, dijo en rueda de prensa, definiendo al Levante como «el mejor contraataque de Segunda». Razón no le falta. A los de Julián Calero les sobra capacidad, talento y recursos independientemente de su necesidad de reforzar la defensa. A pesar de la necesidad de los tinerfeños, no hay excusas para cerrar las navidades con el mejor regalo posible: tres puntos sobre los que creer en el ascenso a Primera División.

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