Pilas cargadas para asentarse en la parte alta de la liga

Eldense y Cartagena son el trampolín para coger fuerzas antes del tramo final liguero

Carlos Álvarez e Iborra celebran la última victoria ante el Mirandés.

Carlos Álvarez e Iborra celebran la última victoria ante el Mirandés. / F. Calabuig

Rafa Esteve

València

La sexta posición en la clasificación refleja que el Levante UD, después de batir dos tercios de competición, está vivo en la lucha por el ascenso a Primera División. No tendría sentido sin sus tres puntos ante el Mirandés, capitales para lanzar el mensaje de que en el Ciutat de València compite un aspirante a jugar contra los mejores la próxima temporada. 

Sin renunciar a su compromiso ni a su entrega y con sus más y sus menos, pero siempre pivotando en zonas clasificatorias que le permiten estar en la pomada. La fuerza del coliseo de Orriols, factor diferencia para subir a la élite, empujó a los de Julián Calero a ganar frente a los de Alessio Lisci con la conclusión de que el ascenso pasa por casa. Es el trampolín para acercarse al cielo futbolístico a nivel nacional. No obstante, el Levante necesita encadenar triunfos para sacar los codos en un top 6 donde apenas circula el aire. 

Del sexto, ubicación del equipo de Julián Calero, al primero hay tan solo tres puntos. Señal de que cada unidad, y cada detalle, marcará el devenir de todos los que se encuentran en la titánica pelea por ascender a la élite del fútbol español. El Levante, no obstante, está en zona de promoción sin haber encadenado tres victorias consecutivas tras seis meses de competición, pero se le presenta, en sus dos próximos compromisos, una oportunidad para conseguirlo y sacar músculo. Sobre todo, con vistas a un tramo del calendario donde se presentan curvas. Después de ir a Elda y recibir al colista, el Cartagena, Huesca, Castellón, Almería, Racing de Santander, Córdoba, Zaragoza y Oviedo será la hoja de ruta hasta mayo. Una tirada muy complicada y que ponen los dos próximos encuentros, con el de Elda como el más prioritario, como una oportunidad para posicionarse en la tabla y mirar más hacia la parte alta que a los perseguidores. 

Pese a ello, Julián Calero no se fía de lo inmediato. En la rueda de prensa posterior al partido contra el Mirandés reconoció que «la importancia en casa siempre es vital, pero si no sumas en casa hay que sumar fuera. Las victorias a domicilio dan un plus. Si quieres estar arriba necesitas puntos en casa y fuera». Sin embargo, desveló que tiene «el recuerdo de Ferrol. Lo tengo clavado en la cabeza. Esta liga es así de traicionera porque la gente se está jugando la vida. Hemos dado una respuesta a veces buena y a veces no tan buena contra equipos que estén más abajo. No me parece que el calendario nos vaya a favorecer. Ojalá que así sea». Hay cautela en Orriols, pero también ilusión por las nubes.

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